Cada F-35 que Estados Unidos pierde en combate cuesta más de 100 millones de dólares, pero China puede fabricar más de un J-35 por el mismo precio. Esta matemática redefine el poder aéreo en el Pacífico, donde Beijing ya no corre detrás de Washington sino que marca su propio ritmo.

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Hace unas semanas, durante el desfile por el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el gigante asiático mostró su nuevo arsenal y dejó claro que su industria de defensa compite de igual a igual, indica 20Minutos.

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Competencia entre el F-35 y el J-35

El J-35 chino rompe con la idea de que es una mera copia del F-35 estadounidense.

Harry J. Kazianis, especialista en aviación militar y editor del National Security Journal, es tajante. “Subestimar al J-35 puede ser un error letal” porque las diferencias saltan a la vista.

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El caza chino monta dos motores WS-19 contra el motor único del F-35, vuela a velocidades superiores y fue diseñado para destruir otros cazas en combate aéreo. El F-35, en cambio, nació para atacar objetivos en tierra.

Mientras el estadounidense debe cruzar el Pacífico desde bases lejanas, el J-35 despega desde aeródromos continentales chinos.

La estrategia de Beijing combina el costoso J-20 con el económico J-35, una mezcla de alta y baja gama que puede saturar el cielo con cazas “lo bastante buenos” para romper las defensas enemigas.

Estados Unidos desplegaría pocas unidades de F-35 donde China lanzaría centenares de J-35.

Los chinos también desarrollaron radares propios similares a los sistemas de apuntado del F-35, pero invierten fuerte en inteligencia artificial para convertir cada avión en un nodo digital conectado.

Para Kazianis, el J-35 es “un peligro claro y presente para la superioridad aérea estadounidense en el Pacífico”.

(I)

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