Unos lentes limpios no solo mejoran la visión, también transmiten cuidado personal. El error más común es usar ropa para frotarlas, lo que deja residuos y microarañazos que reducen la nitidez con el tiempo.

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La clave está en elegir métodos seguros y fáciles de aplicar. Paños de microfibra, soluciones especiales o incluso jabón neutro en casa ayudan a mantener los cristales impecables, a la vez que prolongan su vida útil.

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Un spray limpiador es una opción ideal. Foto: Freepik

Los mejores métodos para limpiar los lentes

El spray limpiador es la opción más práctica. Primero se retira el polvo con un paño suave y luego se aplica una ligera rociada en cada cristal, para posteriormente secar con trazos rectos y evitar dejar marcas, según Better Homes & Gardens.

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El jabón neutro es el recurso casero más confiable. Se debe enjuagar los lentes bajo agua tibia, aplicar una gota en cada cristal y frotar suavemente con los dedos, luego se secan con un paño de microfibra para lograr un acabado sin rayaduras.

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Las toallitas desechables resultan ideales en ocasiones excepcionales. Se recomienda limpiar horizontalmente la cara interna primero y luego verticalmente la externa, con el fin de distinguir de qué lado del cristal persiste la suciedad.

La limpieza de las almohadillas nasales tambien es esencial para unos lentes pulcros. Foto: Freepik

Sin importar el método, también conviene prestarle atención a las almohadillas nasales. Allí se acumula sudor, grasa y polvo que genera incomodidad, por lo que un cepillo suave o hisopo con agua jabonosa elimina la suciedad sin dañar la montura.

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(E)