Sarah Magnoni es una emprendedora que decidió crear su propia empresa mientras su esposo, piloto de profesión, se preparaba para jubilarse. Durante ese período de transición, la mujer que fue ama de casa por muchos años vio una oportunidad para combinar su pasión por los viajes con un enfoque especial que era ofrecer experiencias de viaje diseñadas exclusivamente para mujeres.
“En 2019, el agotamiento me llevó a dejar mi puesto corporativo, que me reportaba un salario de seis cifras, y a certificarme como coach de liderazgo para mujeres”, escribió Sarah en su ensayo para Business Insider.
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“Mientras asistía a una conferencia en Savannah, Georgia, se me ocurrió la idea de organizar un retiro allí. Sabía que los retiros eran mi futuro. Las mujeres se sentían seguras viajando solas en grupo, y era una experiencia empoderante”, indicó.
Desde entones puso en marcha su plan par fundar la empresa que lleva por nombre Harmony Travel Collective y se especializa en organizar viajes grupales para mujeres, creando espacios seguros y cómodos donde las viajeras pueden disfrutar de aventuras compartidas y conocer nuevas culturas.
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Negocio de viajes grupales para mujeres
La idea surgió a partir de la necesidad de muchas mujeres que buscan viajar con compañeras que entiendan sus intereses, inquietudes y necesidades, y donde se sientan acompañadas y apoyadas en cada paso del camino.
El negocio se basa en planificar cuidadosamente itinerarios que incluyen actividades culturales, recreativas y de aprendizaje, siempre con un enfoque en la seguridad y el bienestar del grupo. Sarah y su equipo seleccionan destinos que ofrecen experiencias únicas, desde ciudades históricas hasta paraísos naturales, adaptándose a diferentes gustos y niveles de aventura.
Además, estos viajes grupales permiten a las mujeres desconectarse de la rutina diaria y dedicarse tiempo para ellas mismas, mientras fortalecen su confianza y autonomía. El ambiente en estos viajes es amigable y empoderador, fomentando la solidaridad y el compañerismo entre las participantes.
La empresa también se ocupa de todos los detalles logísticos, como transporte, alojamiento y comidas, lo que facilita que las viajeras solo se preocupen por disfrutar. De esta forma, Sarah ha logrado crear un modelo de negocio exitoso que responde a una demanda creciente en el mercado turístico.
Mientras tanto su esposo se prepara para la jubilación como piloto comercial y poder cumplir con algunos de sueños como reconstruir un auto clásico y trabajar en proyectos de carpintería.
“Nuestra jubilación no se parece al sueño tradicional de “viajar juntos”, y eso es intencional. Las conversaciones sinceras nos ayudaron a encontrar un plan que satisface tanto nuestras necesidades como nuestros deseos”, explica Magnoni quien no descarta por completo que su esposo la acompañe a alguno de sus viajes.
(I)
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