Los arándanos están entre las frutas más completas y con más propiedades y beneficios, esto se debe a que cuentan con una gran variedad de vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos esenciales. Además, 100 gramos de esta fruta solo tienen 60 calorías.

La higiene de estas frutas se puede percibir como algo sencillo; sin embargo, tiene su ciencia, y es que no basta con enjuagarlas rápidamente bajo el grifo, ya que quedan suciedad, bacterias y residuos de pesticidas.

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Para limpiar bien los arándanos y mantenerlos frescos por más tiempo, será necesario usar más que agua: los productos básicos de la despensa, como el vinagre o el bicarbonato de sodio pueden cambiar el pH de la superficie de la fruta, lo que permite detener el crecimiento de moho y eliminar microbios dañinos.

¿Cómo limpiar correctamente los arándanos?

Para mejorar la seguridad alimentaria la persona debe someter los arándanos a remojos cortos, un enjuague minucioso y un secado completo; esta práctica puede optimizar la seguridad alimentaria, conservar el sabor y mantener la vida útil. Lo mejor es que no es necesario cumplir con protocolos complejos ni usar productos costosos, reseña iStudiez Pro.

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Baño con vinagre

  • Se mezcla una parte de vinagre blanco con tres partes de agua fría en un envase, se agregan los arándanos y se dejan remojando entre 5 y 10 minutos, se revuelve suavemente.
  • Se escurren en un colador y se enjuagan con agua fría para eliminar el sabor a vinagre.
  • Se seca completamente con una toalla limpia antes de guardarlos.

Baño con bicarbonato de sodio

  • Se disuelve una cucharadita de bicarbonato de sodio en dos tazas de agua fría.
  • Se agregan los arándanos y se dejan remojar entre 5 y 10 minutos.
  • Se revuelve ocasionalmente.
  • Se enjuagan con agua fría para eliminar los residuos.

¿Por qué es importante limpiar profundamente los arándanos?

Cuando los arándanos se lavan bajo el grifo, se elimina el polvo visible; sin embargo, el agua corriente tiene un pH neutro, por lo que no puede eliminar ni los pesticidas ni los microbios; ante esto, los expertos de alimentos aconsejan un lavado ácido o alcalino.

Las soluciones ácidas como el vinagre, descomponen algunos residuos de pesticidas, al tiempo que crean un ambiente en el que las bacterias no pueden prosperar.

Por su parte, las soluciones alcalinas, como el bicarbonato de sodio, pueden atacar diferentes microbios, amplificando la protección.

(I)

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