El antequino es un marsupial nativo que suele habitar en las zonas boscosas del este, suroeste y norte de Australia. De acuerdo a The Conversation, esta pequeña criatura se alimentan de insectos, arañas y en algunos casos, de aves pequeñas, lagartos u otros mamíferos.

Pero más allá de toda esta información, lo que llama la atención de estos marsupiales es que tienen una vida sexual un tanto peculiar: se reproducen hasta morir por insuficiencia orgánica.

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Reproducción suicida

De estos marsupiales hay 15 especies todas tienen el mismo de sistema de apareamiento suicida: su época de reproducción es un periodo frenético que suele durar entre dos y tres semanas, tiempo en el que los machos dejan de dormir para tener el máximo de sexo posible, reseña Live Science.

Estos pequeños mamíferos pueden llegar a tener 14 horas ininterrumpidas de apareamiento con la esperanza de transmitir sus genes. Una vez que termina la época de reproducción, todos los machos mueren por estrés y agotamiento.

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¿Por qué ocurre esto?

En la temporada de apareamiento, la testosterona, el cortisol y la hormona del estrés aumentan en sus cuerpos: esto pasa porque al subir la testosterona, no se puede procesar el cortisol, produciendo insuficiencia orgánica y la muerte.

Estos roedores tienen un apareamiento suicida | Foto: Pixabay

¿Algún macho podría sobrevivir?

Sí, aunque es poco probable. La ecóloga de mamíferos de la Universidad de Queensland (Australia) Diana Fisher, explicó: “Los machos dejan de producir esperma antes de la época de apareamiento y sus testículos se desintegran, por lo que ni siquiera gastan energía en ello durante el período de apareamiento”. Asimismo, agregó que “nunca pueden volver a reproducirse, incluso si viven”.

Esto se debe a que en la época de apareamiento, el esperma se almacena en el epidídimo y se pierde constantemente en la orina, por lo que tienen un periodo muy corto de tiempo para aparearse antes de la infertilidad y la muerte.

Esto no es en vano, pues la muerte masiva de los antequinos durante el apareamiento permite que las hembras preñadas y los machos sobrevivientes se puedan alimentar.

La gestación de las hembras puede durar entre 25 y 35 días, en ellos, las crías aun no desarrolladas se trasladan a una bolsa que se encuentra en el abdomen de su madre para crecer durante otros 50 días. El ciclo se repite a los tres meses. Los antequinos llegan a la madurez sexual a los 8 meses.

(I)

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