Desde sus inicios, Harmony "Anne-Marie" Ilunga se dio cuenta de una cosa: apenas había modelos como ella en las revistas de Hong Kong. Así que esta mujer negra de 22 años decidió luchar para romper los clichés de la moda china.
Su agencia representa a 32 modelos, hombres y mujeres de países tan distintos como Ruanda, Burundi, Pakistán, India, Sri Lanka, Nepal o Filipinas.Sin embargo, cambiar los cánones no es tan sencillo, reconoce Ilunga mientras detalla el tipo de cliente que busca huir de los estereotipos de la moda china.\"Suelen ser marcas locales que buscan expandirse a nivel internacional\", explica. Los modelos masculinos negros, prosigue, tienen más aceptación porque se les ve como \"estilosos y elegantes\", pero para las mujeres es más difícil.Ilunga recuerda una reunión con un cliente en la cual presentó a una modelo mestiza con rasgos africanos y asiáticos.\"Tenía facciones asiáticas pero el pelo rizado y eso, para el cliente, no era aceptable\", cuenta Ilunga.Pero los cánones tradicionales asiáticos no se quedan solo en el color de piel. Ahora que en Estados Unidos o en Europa la moda empieza a mostrar cuerpos normales, en Asia siguen obsesionados con la delgadez.\"Mantenerme delgada\" Según Laurence Lim Dally, de la consultora Cherry Blossoms Intercultural Branding, que asesora a empresas internacionales en sus campañas chinas, el consumidor local sigue esperando que las marcas se ajusten a sus cánones de belleza.\"Estar gordo se percibe como que esa persona no se cuida, lo contrario de lo que dice el precepto de Confucio sobre el desarrollo personal\", afirma.Bajo esta presión vivía Mia Kang, una modelo euroasiática que creció en Hong Kong y en la que se fijaron las agencias cuando era adolescente, creyendo que conservaría su físico de joven.Se volvió anoréxica y bulímica, tomó medicamentos, \"todo lo que estaba en mi mano para mantenerme delgada\".Según Kang, la presión que viven los modelos es muy fuerte en todas partes, pero en Asia es peor. En su libro \"Knockout\", Kang narra cómo, al volver de Europa con veinte años, le dijeran que tenía que adelgazar.\"El ideal de mujer en Asia es mucho más estricto que en Occidente\", explica, y según cuenta, el éxito no le llegó hasta que dejó Hong Kong.\"El mercado asiático comienza tímidamente a abrirse y a trabajar para que haya más diversidad\", sentencia. (I)","isAccessibleForFree":true}
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Ilunga recuerda una reunión con un cliente. Presentó a una modelo con rasgos africanos y asiáticos. "Tenía facciones asiáticas, el pelo rizado, y no era aceptable para el cliente".
Desde sus inicios, Harmony "Anne-Marie" Ilunga se dio cuenta de una cosa: apenas había modelos como ella en las revistas de Hong Kong. Así que esta mujer negra de 22 años decidió luchar para romper los clichés de la moda china.
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Aunque parecen simples adornos, estos pequeños elementos tienen una historia centenaria y una función clave en la resistencia de esta icónica prenda.
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