La vida empresarial de Martha Stewart se ha convertido en una fuente de inspiración para todos aquellos que quieren poner en marcha su propio negocio: después de saborear el éxito, lo perdió todo y, cual Ave Fénix, resurgió de sus cenizas para recuperar esa extinta gloria. Una historia en la que, además, hay una lección sobre cómo no se deben hacer las cosas. Todo en uno, cuenta la revista Hola.