Las pequeñas salas de teatro de Guayaquil vuelven a abrir sus puertas para recibir a sus visitantes. Luego de cuatro meses de pausa artística, debido a la emergencia sanitaria, el encuentro presencial entre el artista y el público por fin se volverá a dar, aunque con las debidas medidas de bioseguridad establecidas por COE.

Para Ricardo Velasteguí, fundador de Pop Up Teatro Café, volver abrir el espacio es un signo de esperanza para el país, pero sobretodo para los artistas. “Es la felicidad de todos que un espacio se abra, entonces hay que ir empujando entre todos, esto que para nuestro sector ha sido más duro todavía, porque hemos estado como abandonados e irónicamente nos hemos salvado de la pandemia gracias al arte... ”, menciona..

Se preparan para su regreso mañana, con la disposición del 30% de aforo.“Realmente si es una molestia para nosotros los actores el que no podamos tener el aforo necesario en nuestras salas para que de alguna forma compense el trabajo o el esfuerzo que se hace ”, manifiesta sobre las salas que normalmente acogían entre 30 a 35 personas por función, y que ahora solo permitirán 10 personas por función.

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Velasteguí indica que se mantendrá el distanciamiento entre cada silla, y se incorporará un protector plástico entre la escena y el público, para de esta manera evitar la propagación de fluidos. Además sanitizarán con ozono luego de cada de presentación. El horario de atención será de miércoles a domingo, de 08:00 a 14:00 y de 17:00 a 23:00.

Retomarán la temporada de microobras que incluye Tóxica, El puesto es mío. Buenas Vibras, y Feminazi, las mismas que tienen una entrada de $5. “Hemos implementado un nuevo menú gastronómico. Esperamos que las personas vayan y conciba Pop Up de otra forma”, agrega el también actor y director

En tanto, laboratorio La Escena regresa a sus actividades presenciales con la muestra de La casa, propuesta experimental que deambula entre las fronteras del teatro y cine, bajo la batuta de Iñaki Moreno y los participantes del proceso de entrenamiento actoral ‘Meisner extremo’. Elías Enoc, actor cultural del espacio cultural indica que las funciones serán de manera gratuita este sábado 18 y domingo 19 a las 14:00. La capacidad máxima será de 10 personas por presentación. La cita será en Circunvalación Norte y Otto Arosemena, cerca del parque de Jerusalén.

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Mientras que, Teatro del Ángel, en Bálsamos 602, entre Monjas y Ficus, cumplirá su segunda semana de reapertura con el stand up comedy El guardia Piguavé. Tati Interllige, vocera de lugar sostiene que en la sala se ha colocado una cinta que separa los asientos disponibles y los que no. Además cuenta que durante la pandemia aprovecharon para hacer algunas adecuaciones del teatro.

“Nos alegra un mundo (volver abrir el teatro), es nuestra profesión, es nuestra pasión, como que te llena de nuevas energías de que pase lo que pase, por duras que sean las épocas, volvemos a estar de pie”, menciona la también guionista.

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Las presentaciones continuarán este viernes y sábado a las 20:00, con un aforo de 40 personas. Las entradas tienen un costo de $10.

Por su lado Vilaró, situado en el centro comercial Laguna Plaza, en vía la costa Km12.5; alistan su retorno para el 24 de julio. Distanciamiento Sensual, con la actuación de Jomahira Ganchozo y Jeff Nieto; y Zoom Anatómico, con Jomahira Ganchozo y Jeff Nieto; son las piezas con las que el espacio volverá a arrancar una sonrisa a sus visitantes.

Alejandra González, una de las propietarias del lugar, indica que las dramaturgias de comedia están inspiradas en la pandemia. Serán tres funciones las que se ofrecerán por día, y una de ellas será transmitida vía Zoom, para los ecuatorianos que viven en el exterior o para las personas que aún aguardan en casa.

"Es una forma de ayudar a los artistas porque al ser el aforo tan reducido por supuesto que merma también la cantidad de gente que pueda comprar la entrada, por lo menos a través de Zoom esperamos tener otro número de gente que complete un poquito este aforo", explica.

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Cada presentación tendrá un aforo de hasta 10 personas y asegura que cuenta con todas las medidas de bioseguridad. Las funciones en principio serán los jueves, viernes y sábado a las 19:30 a 22:30. Las entradas para las transmisiones en vivo estarán a la venta por la página de Vilaró.

"No quisimos bajar los brazos, como sea vamos a tratar de aguantar el espacio para poder llegar al momento que abriera el teatro (pensaron) hoy en día estamos contentos", dice González, quien espera que los espacios de microteatro que cerraron en la ciudad vuelvan a abrir. "Tuvimos mucho apoyo del centro comercial porque ellos no querían que Vilaró cerrara sus puertas. Tuvimos su apoyo para poder sostenernos", confiesa.

Por otro lado, exactamente en la Alborada tercera etapa, las historias de misterio con tinte policíaco se apoderarán de la sala La Tortilla, donde preparan su apertura oficial para el 24 y 25 de julio con las microobras A fuego lento y La Última novela del inspector Torres.

Su fundador David Insua comenta que ya han hecho ‘funciones de experimento’ para estudiar el comportamiento del público, pues considera que aún hay un cierto temor en las personas para frecuentar lugares de entretenimiento. "Para saber cómo es la percepción de la gente, si llenamos las salas, osea si tenemos 12, 15 personas, sería espectacular, sería buenísimo" , dice.

Garantiza que La Tortila cumplirá con el correcto distanciamiento en su sala, por lo que su aforo será de 12 espectadores, (normalmente el espacio acoge un público de hasta 40 personas).

Las entradas estarán a la venta por la cuenta de Instagram del espacio a un costo de $5.

Apoya por completo la reactivación de las salas de microteatro. "El teatro no es solamente una actividad artística, sino también es una actividad comercial, del cual depende algunos actores, productores, directores", opina el también productor de cine, para quien estos cuatro meses de confinamiento no le ha permitido producir dinero. "No tenemos cómo sobrevivir, estamos mucho con una desesperación armónica económicamente", añade.

“¿Por qué muchas cosas ya están reactivadas con mayor aglomeración de gente?”, cuestiona Insúa.

En tanto, el Estudio Paulsen, sostiene que preparan funciones para septiembre y octubre. Llevarán a escenarios las obras Han desenterrado a Shakespeare y Medardo en Casa. Marlon Patantelón, director ejecutivo del lugar, habla sobre un convenio con el Teatro Centro de Arte para en coproducción presentar estas las obras en su sala experimental.

Del mismo modo, es espacio situado en el Barrio Las Peñas, volverá a recibir a sus estudiantes en septiembre, pero esta vez con un aforo de 6 a 10 estudiantes, pues la capacidad normal por sale es de 20 a 25 personas.

Comenta que el estar paralizados por cuatro meses ha sido difícil y volver a encontrarse con sus estudiantes -para iniciar lo que sería la cuarta promoción del Estudio-es algo muy significativo para él, sueña con ese primer día de clases. "Es muy emocional, es muy personal, tenemos mucha ilusión", expresa. "El Estudio es mi gran proyecto de vida (...) allí ha estado mi hacer como profesional, como artista, como actor...", agrega.

Mientras tanto continúan con los conversatorios, clases y talleres de manera virtual. (I)