Rupert Grint alcanzó la fama cuando era un niño gracias a su interpretación de Ron Weasley, el mejor amigo de Harry Potter, cuya saga de libros y películas marcaron a toda una generación.
Sin embargo, ahora es noticia que ese niño que todos los espectadores vieron crecer en la pantalla grande ha resultado tener buen olfato para los negocios.
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Parte de los millones de dólares que ganó en la saga los invirtió en el mercado inmobiliario, logrando ganancias que le permitirían no actuar más.
Grint, ahora de 31 años y padre de familia -tiene una hija con la actriz Georgia Groome-, tiene un portafolio de propiedades valoradas en cerca de 30 millones de dólares, según el diario británico The Sun, que indica que la última adquisición fue de 12 millones de dólares. Además tiene varias empresas que se dedican a la compra y venta de este tipo de bienes.
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"Rupert se ha convertido en un magnate inmobiliario y ha estado trabajando en la construcción de su imperio. Es un inversionista astuto y está comprando propiedades de alquiler con buenas conexiones de transporte a la ciudad, así como más casas lujosas", indicó el tabloide.
Grint (d) en su personaje de Ron Weasley en la película Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004).
La última película de Harry Potter, en 2011, fue la despedida del mundo mágico para Grint y desde entonces ha participado en pocos filmes. El último fue un thriller psicológico, Servants.
A diferencia de sus compañeros Daniel Radcliffe (Harry Potter) y Emma Watson (Hermione Granger), que han seguido teniendo éxito en sus carreras, sobre todo Watson, Grint ha preferido un perfil más bajo, ya que afirma ser “naturalmente introvertido” y que está contento con su vida. (I)