Mark Ruffalo es un gran actor reconocido por diversos papeles que ha desempañado en la industria del cine, además es muy apreciado por sus compañeros de reparto y fans en todo el mundo.
Si se hace un recuento de su vida, son muchos los logros que rodean al intérprete. Ha sido tres veces nominado a los premios Oscar, aunque aún no ha logrado llevárselo. La primera fue por 'Mi familia' (The Kids Are All Right, 2010), la segunda por 'Foxcatcher' (2014) y la tercera por interpretar a otra persona viva en el filme ganador del Oscar 'Spotlight'.
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Ruffalo, como pocos, ha sabido balancear su trabajo entre costosas superproducciones y el cine independiente, con filmes que no superan los $20 millones.
Sin embargo, no ha sido fácil para él conseguir todo eso. Tuvo que enfrentar fuertes adversidades.
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Nació en Wisconsin y tuvo una infancia feliz junto a sus tres hermanos. Su padre era un pintor de casas y su madre peluquera. Fue criado dentro de Bahaísmo, una creencia religiosa a la que se sumó su padre y que tiene como filosofía unificar todo a partir de un “gobierno de paz, armonía y felicidad”.
Su desenvolvimiento en la escuela primaria no fue muy fácil debido que padecía una dislexia no diagnosticada. Ya en la adolescencia fue bueno en la lucha libre, incluso quisieron becarlo por ello, pero no aceptó debido a que él ya había descubierto su vocación.
“En mi último año, abandoné la lucha libre y tomé una clase de teatro. Uno de los niños se quebró el brazo y me pidieron que lo reemplazara. Salí al escenario, y supe que eso es lo que quería hacer por el resto de mi vida”, mencionó en una entrevista.
Tuvo que superar el abandono de su padre, quien los dejo a él, a su madre y a sus hermanos luego de que no le fuera bien en un trabajo en San Diego, ciudad a la que todos se habían mudado.
Más adelante el actor se trasladó a Los Ángeles a seguir su pasión y estudiar actuación, ahí lo hizo con Stella Adler, considerada durante décadas como una de las más destacadas profesoras de interpretación.
A pesar de ello, lograr un papel no fue nada fácil para él. Se presentó en no menos de 700 audiciones y no fue escogido en ninguna, llevándolo a sumergirse en una profunda ira.
“Ibas a mi departamento, en el que compartía con amigos y comíamos de la misma olla de pasta durante una semana, y encontrabas afiches en las paredes: tapaban los agujeros de los golpes y objetos que arrojaba…”. “Supe de dónde sacar material para interpretar a Hulk”, bromeó en alguna ocasión.
Tuvo serios problemas para dormir que lo llevaron a someterse a diferentes exámenes médicos. En una resonancia magnética pudieron descubrir que tenía una masa irregular del tamaño de una pelota de golf detrás del oído izquierdo, se trataba de un neuroma acústico que tuvieron que extirpárselo inmediatamente.
La operación causó que perdiera la audición de ese oído temporalmente y se le paralizó el rostro, pero sus nervios se recuperaron después de 10 meses.
En el 2008 otro duro golpe afectó su vida, su hermano Scott, quien vivía en Los Ángeles, fue hallado con un disparo en la cabeza, al parecer ocurrió en un juego de la ruleta rusa.
A pesar de todos los episodios negativos de su vida, Mark Ruffalo sigue dando lo mejor de sí en cada interpretación y ganando espacio en la industria del cine. (I)