La 62 edición de la ceremonia anual de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos: Premios Grammy, el pasado 26 de enero, dejó como resultado una ola de fans felicitando a la joven cantante Billie Eilish por sus cinco galardones obtenidos. Entre ellos a mejor artista nueva, canción del año y álbum del año por su disco When We All Fall Asleep Where Do We Go, lanzado en marzo del 2019.

Último galardón que dejó, también y en contraste, la cara de tristeza de una de las cantantes alternativas más conocidas en la cultura pop y la era del streaming: Lana del Rey.

Aunque no hay manera de saberlo, los fans de la cantante estadounidense asumieron en las redes sociales que dicha expresión se debió a “la falta de reconocimiento” al talento y último álbum de Del Rey: Norman F*** Rockwell, haciendo alusión al famoso pintor estadounidense con una mención obscena.

Publicidad

Esta producción sonora la coprodujo con Jack Antonoff (también productor de Lover, disco reciente de Taylor Swift) y que la crítica señaló como el mejor trabajo de la cantante hasta el momento.

De hecho, en su sondeo previo a la noche de premiación de los Grammy, la revista semanal estadounidense Billboard, especializada en información sobre la industria musical, registró que Lana del Rey obtuvo el 39,3 % de los votos frente a Billie Eilish (17,83 %) ante la interrogante de quién merecía el preciado galardón por el mejor álbum del año 2020.

Pero, ¿qué hace tan especial a la quinta grabación de estudio de la cantante de indie pop y que alcanzó el reconocimiento en 2012 por su álbum Born To Die junto a su balada de contenido melancólico Video Games?

Publicidad

Norman F*** Rockwell es un ensayo sobre la vida norteamericana y lo que significa ser estadounidense en un momento de convulsión social frente a la nueva administración de dicho país. Un álbum de catorce canciones de protesta, poéticas y proféticas que muestra el refinamiento del personaje lleno de tristeza y rebeldía que creó Elizabeth Grant (nombre de pila de la artista) con su alter ego Lizzy Grant, antes de convertirse en un fenómeno mainstream desde 2012.

“Kanye West es blind and gone (Kanye West está ciego y perdido)”, canta Del Rey en uno de los temas sobresalientes de su producción: The Greatest, haciendo alusión al apoyo político que el rapero y esposo de Kim Kardashian ha expresado en favor de la administración del presidente 45 de los Estados Unidos: Donald Trump.

Publicidad

Tanto Time como The New York Times redefinieron a la artista, a través de su trabajo, como alguien que “ganó una profundidad inesperada basada en la nostalgia estadounidense que abrazó y criticó, adquiriendo un espacio más oscuro dentro de la cultura”.

Su disco es también la continuación del discurso que creó a partir de Born To Die, otorgando, como último regalo, el concepto más honesto de ‘femme fatale’ que existe en la cultura pop. Uno que conjuga la irreverencia femenina frente a los códigos morales del mundo con sus consecuencias realistas: la depresión y el cuestionamiento propio. (E)