Hay historias que se han contado cientos de veces. La historia de los Nazis, el holocausto y la segunda guerra mundial es uno de esos casos. El secreto ahora es saber cómo contar la historia y ese es uno de los secretos básicos que hacen de Jo Jo rabbit una película imperdible.
Mucho se ha debatido en redes y entre especializados en el cine sobre qué tan correcto es burlarse de un tema tan serio. Bueno, si tenemos que pensar demasiado sobre un chiste, deja de ser chistoso.
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Pero, para entender un poco de dónde viene tanto alboroto, primero expongamos de qué trata este film. La película nos narra la vida de Johannes (Jojo), un niño de la Alemania nazi cuyo fanatismo hacia el régimen ha dado como resultado tener como amigo imaginario a su propia versión de Hitler. Durante su tiempo de adiestramiento en las juventudes hitlerianas, él sufre un accidente que lo obliga a dedicarse a trabajos de oficina. Aquí descubre un oscuro secreto que pondrá a prueba su fidelidad al Führer dejando que su visión de la vida se verá puesta a prueba cuando descubre que su madre da asilo en casa a una niña judía.
Hay varios aspectos que hacen de esta comedia/melodrama una obra magistral. Primero tenemos a su director. En el ámbito más comercial, la mayoría conoce a Taika Waititi por dirigir Thor: Ragnarok. Sin embargo, este director neozelandés, tiene una carrera que va más allá con películas repletas de humor negro como “What We Do In The Shadows” y “Hunt for the Wilderpeople”; aquí se demuestra que tiene un gran talento, ya sea frente a la cámara o como director. El director y adaptador del guion maneja de manera correcta los cambios que tiene la historia entre drama y comedia.
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Dentro de la construcción de los personajes existe una caricaturización de los Nazis que abusa del absurdo, pero de una manera positiva. Es decir, esta ridiculización es la que transporta el mensaje que el director propone. Sin embargo, es este aspecto el que parece molestar de mayor manera a los críticos que no encuentran gracioso burlarse de un tema “tan serio”.
En cuanto a actuaciones hay que hacer una mención especial para la maravillosa interpretación de Scarlett Johannson cuyo personaje (la madre de Jo Jo) es el único naturalmente cómico por decisión propia. Mientras los demás se vuelven absurdos por sus comportamientos, la madre de Jo Jo busca intencionalmente ser el alivio cómico en la vida tan complicada del protagonista.
Asimismo, el resto de actuaciones también son excelentes, especialmente las de Roman Griffin Davis y Thomasin McKenzie que van desarrollando esa relación que va del odio al amor a un ritmo placentero.
El personaje de Hitler más bien va perdiendo fuerza hasta llegar a un punto en el que hace pensar que si no hubiese estado la película no hubiese variado mucho.
Hay que hacer un apartado especial para la banda sonora que es magnífica, desde la apertura de la película con la versión alemana de "I wanna hold your hand" de los Beatles hasta el cierre con "Heroes" de David Bowie. Simplemente maravillosa.
En definitiva, Jo Jo Rabbit es una visión fresca y extremadamente graciosa (a pesar de lo que digan muchos de los críticos) de una historia que, como ya dijimos al comienzo, se ha contado mil veces y necesitaba una nueva visión especialmente en estos tiempos en los que su mensaje se ha vuelto cada vez más relevante. (E)