Dos cantantes de ópera que acusan a Plácido Domingo de conducta sexual inapropiada dijeron el martes que estaban decepcionadas y perturbadas antes las recientes declaraciones del tenor de que siempre se ha comportado como un caballero con las mujeres y nunca actuó de manera indebida.

Angela Turner Wilson y Patricia Wulf están entre las más de 20 mujeres que acusaron este año Domingo de acoso sexual o conducta inapropiada en dos reportajes de The Associated Press.

Sus nuevas declaraciones fueron en respuesta a los comentarios que Domingo hizo en dos entrevistas recientes con medios de prensa europeos, en los que debatió los señalamientos en su contra y dijo que jamás abusó de su poder. Afirmó que “los gestos galantes son vistos de manera diferente hoy”.

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“No tiene nada de cortés o de galante manosear a una mujer en el sitio de trabajo, en ningún país o era”, dijeron Wilson y Wulf en un comunicado emitido a través de su abogada, Debra Katz.

El cantante de 78 años laureado con el premio Grammy, quien es un hombre casado, es una de las figuras más celebradas y poderosas en el mundo de la ópera y es considerado uno de los cantantes más grandes de todos los tiempos. También es un prolífico director de orquesta y administrador que ha fungido como director general de la Ópera de Los Ángeles y de la Ópera de Washington.

Hasta hace poco no se había pronunciado públicamente sobre las acusaciones y limitó su reacción a declaraciones de su abogado y su publicista. Había calificado los alegatos “de muchas maneras, simplemente incorrectos”.

La semana pasada Domingo dio una entrevista al diario digital español El Confidencial en la que nuevamente estuvo a punto de negar las acusaciones de las mujeres e insistió en que nunca se comportó inapropiadamente. Agregó que los españoles son por naturaleza “cálidos, afectuosos y cariñosos”.

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“He sido galante, pero siempre en los límites de la caballerosidad, el respeto y la sensibilidad”, dijo.

También habló con el periódico italiano Corriere della Sera, negando que haya abusado de su poder y diciendo que las decisiones de casting no eran tomadas por él sino por “un equipo de cuatro o cinco personas”. Señaló que “se dijeron cosas muy ofensivas sobre mí como ser humano”.

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Las declaraciones de Domingo y su “continua incapacidad para asumir la responsabilidad por sus ofensas o expresar algún remordimiento son extremadamente decepcionantes y profundamente perturbadoras”, dicen el comunicado de Turner y Wulf.

“Él no se comportó como un caballero cuando en repetidas ocasiones les propuso sexo a mujeres en su sitio de trabajo... y cuando las manoseó y las besó pese a sus objeciones”, agrega. “No se comportó respetuosamente cuando se ofreció a ayudar a aspirantes a cantantes de ópera en sus carreras si iban a su apartamento y tenían sexo con él”.

La acusación más serias contra Domingo ha sido la de Turner, una soprano que dijo a que el cantante le tocó los senos por la fuerza en la sala de maquillaje de la Ópera de Washington en 1999 luego de que ella lo rechazó durante semanas.

Wulf, una mezzo soprano, dijo que Domingo le hizo propuestas sexuales persistentemente y la acosó durante sus actuaciones en la Ópera de en 1998, cuando era director general.

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Otra cantante dijo que trabajó con Domingo en la Ópera de Los Ángeles a mediados de la década del 2000, y que él le metió la mano bajo la falda tras pedirle que cantara para él en su apartamento. Otras dijeron que las besó por la fuerza.

Ambas óperas estadounidenses cancelaron presentaciones programadas de Domingo tras las acusaciones, y el cantante renunció a la LA Opera, donde había sido director general desde 2003. La Ópera de Los Ángeles está investigando las acusaciones.

Mientras tanto, teatros en Europa han apoyado a Domingo y mantenido sus actuaciones.

“Es profundamente molesto e injusto que el señor Domingo pueda retirarse a otro mundo sin tener que asumir lo que le hizo a tantas mujeres aquí”, dijo Wulf.

El comunicado agrega que los comentarios de Domingo muestran un intento de absolución argumentando diferencias culturales y cambios en las reglas y los estándares. (I)