Si el objetivo es bailar y cantar a todo pulmón los temas de Marc Anthony, la única opción es esperar y disfrutar de la previa con Naíza, Becky G, Manuel Turizo y Piso 21, cada uno de ellos a su estilo, pero con un común denominador en cuanto al género, el urbano. La explanada del centro comercial Riocentro El Dorado en La Aurora (Daule) es testigo  de este encuentro musical.

Una intro de un par de minutos dan paso al artista estadounidense de origen puertorriqueño, quien va 'directo al grano'. Con Valió la pena inicia su espectáculo, el que fans esperaron por varias horas la noche del jueves. Luce una chaqueta de cuero negro, un jean y una cadena entre sus accesorios. Su cuello semidescubierto dejaba ver su tatuaje.

Gritos ensordecedores reciben al artista. Desde el inicio de su presentación interactúa con los asistentes, con sus músicos y con sus coristas. 

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Junto a su orquesta baila y al mismo tiempo hace su papel de director y mueve sus manos de un lado a otro, dinámica que transcurre en todo el concierto, por momentos de espalda al público y de frente con sus músicos. 

Después, el turno fue de Y hubo alguien, al finalizar este tema, su primera palabra que dirige a su público es "Guayaquil" y enseguida interpreta  Hasta ayer.

Mientras su guitarrista lo suple unos segundos, se da tiempo para tomar agua. Se pierde entre sus músicos y nuevamente retorna para tomar el micrófono.  Con sus gestos demuestra que también siente sus temas. 

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"Muchas gracias mi gente. Como que están calladitos", dice al finalizar de cantar Hasta ayer. Se acerca a una de sus coristas, la escucha y comparte el comentario. "Ella dice que la energía se siente fuerte de este lado (el centro)". Pero los asistentes de los extremos mostraron que también hay energía allí.

"Muchas gracias gente por darme la oportunidad  de cantar para ustedes", expresa cuando el reloj marcaba las 00:17, del viernes.  Confiesa que el siguiente tema a interpretar es uno de sus favoritos,  Flor pálida. 

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Minutos después se apagan las luces por unos segundos,  pero enseguida Marc continúa con su repertorio. Los regalos tampoco se hacen esperar, un fan le obsequia un sombrero, se lo pone unos segundos y entrega a uno de sus asistentes. 

El artista nominado a un Grammy por su tema Parecen viernes en la categoría grabación del año,  no solo canta también demuestra su habilidad con los instrumentos, esta vez toca la batería por unos segundos.  Baja por las escaleras que divide a sus músicos y se acerca  a uno de ellos, y le salpica agua, el calor humano se empieza a notar. 

"Te amo Marc" se escucha repetitivamente entre el público en la localidad platinium. 

Veinte minutos, antes de la 01:00, el artista en su repertorio incluye un popurrí con varios de sus éxitos. A esto continúa con Qué precio tiene el cielo. En el desarrollo de su presentación el cantante, de 51 años, demuestra sus pasos de baile. 

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Marc Anthony durante su actuación. Foto: Jorge Guzmán. 

Sus fanáticos tampoco olvidan su cumpleaños, "feliz cumpleaños" le gritaban. Fue el 16 de este mes.  Agradece a su público, levanta el soporte del micrófono y se persigna. 

Pasado unos minutos de la 01:00, interpreta Parecen viernes, tema compuesto por el colombiano Maluma. "Buenas noches que Dios me los bendiga. Hasta muy pronto", dice mientras sostiene la bandera de Ecuador, que luego se la coloca en su cuello y se va del escenario.  Pero el artista no puede partir  del recinto sin escuchar el pedido de "otra, otra, otra" y complacer a su público, así que regresa para no defraudar a sus seguidores e interpreta Vivir mi vida.   "Que Dios me los bendiga, que viva Ecuador", con esas palabras se despide el artista.    (E)