Uno de los más grandes sueños de José Miguel Salem siempre fue “bailar o de alguna manera estar” en la obra de Bob Fosse, Chicago: el musical. En pocos días ese sueño, cuyas gestiones por los derechos de autor de la obra se iniciaron hace 4 años, se harán realidad con el estreno en Guayaquil del prestigioso musical creado en la década de los setenta para Broadway.

“Para mí es el musical más espectacular que existe y es un sueño que he venido persiguiéndolo desde hace varios años”, señala el bailarín, que dirigirá la obra este 20 de septiembre, en el Teatro Sánchez Aguilar. En la pieza intervendrán al menos 30 artistas: bailarines de Danzas Jazz, cantantes, actores y músicos.

Ambientado en el Chicago de los años 1920 –cuando estuvo vigente la ley seca que prohibía la comercialización y consumo de alcohol en Estados Unidos– este musical se representa como una crítica a la corrupción del sistema judicial estadounidense y al concepto de criminales estrellas, explica Salem sobre esta propuesta, basada en la obra teatral homónima de 1926 de la periodista Maurine Dallas Watkins a partir de los crímenes reales cometidos por Beulah Annan y Belva Gaertner y que Dallas había cubierto para el Chicago Tribune.

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Salem explica su Chicago es muy especial. “Nosotros compramos los derechos para la música y la historia del libreto y la letra obviamente y eso no lo tocamos, la gente que vio Chicago va a ver exactamente lo mismo a nivel de historia y música, pero el montaje escénico es propio. Vamos a conservar el legado de Bob Fosse cuando dice que menos es más”, refiere el artista, quien asegura que se han creado “novedosas coreografías” inspiradas en el estilo Fosse.

Desde hace algunos años, Danzas Jazz ha implementado la música en vivo para ambientar sus producciones, y esta ocasión no es la excepción. Una banda, principalmente de vientos, dirigida por Dante Santiago Anzolini le pondrá ritmo al musical. “La banda va a ser una estrella más porque va a estar en escena, y la banda es todo, la música le da realce a todas las acciones de los artistas en escena”.

En Chicago, Lucciana Hackman da vida a Roxie Hart, una de las asesinas de la historia, y cuenta que su personaje fue todo un reto. Tal vez lo más difícil –dice– fue tomarle el ritmo al sensual estilo Fosse. Con ella coincide Nicole Rubira, quien hace de Velma Kelly, otra rea, de quien realza su fuerza y modo de empoderarse frente a la vida.

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Patricio López encarna al tramposo abogado Billy Flynn, quien tiene la tarea de liberar a estas criminales, que utilizan la atención mediática de sus casos para dar impulso a sus vidas artísticas. 

Una vida en los reflectores

En 1948 Bob Fosse (1927-1987) debuta como bailarín en el teatro y cinco años más tarde en el cine, tras hacer papeles destacados en Bésame, Kate y Tres chicas con suerte, de Stanley Donen; y protagoniza y hace la coreografía de la película Mi hermana Elena,  sin abandonar  la actividad teatral, en la que brilló más que en el cine. 

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Fosse llegó al cine como director en  1969 con Sweet Charity. En 1972, el artista le apuesta a Cabaret, filme  que  hoy es en un clásico.

Para 1975 Fosse desarrolla Chicago, uno de sus mayores éxitos, que incluso –varios años después– fue llevado al cine. La utilización de plumas de avestruz en sus bailarinas y la sensualidad en sus pasos se convirtieron en la marca de sus coreografías.

Funciones

Las presentaciones están previstas para el viernes 20, 21, 22, 27, 28 y 29 de septiembre, en el TSA. Las funciones de viernes y sábados son a las 20:30, y las de los domingos, a las 19:00. 

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Localidades

Las entradas para la obra, que dura dos horas, tienen un costo de $ 35 (platea B) y $ 45 (platea A). (I)