Pocos días antes del muy esperado estreno de "Downton Abbey", la película que retoma los personajes de la conocida serie de televisión, los fans de todo el mundo siguen llegando al castillo de Highclere (sur de Inglaterra), donde se filmaron algunas de las escenas.

Antes de ser una película, que se estrenará el 13 de septiembre en el Reino Unido y el 25 en Francia, "Downton Abbey" fue una serie de seis temporadas que se sumergió en la intimidad de una familia de aristócratas ingleses y sus sirvientes a inicios del siglo XX, apasionando más allá de las fronteras británicas.

Collar al cuello y vestido vintage, Yifan Gao toma la pose reclinada sobre un árbol, con el majestuoso castillo de Highclere al fondo.

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Con sus amigas Yugi Zeng y Jiaxin Ren, esta china de 25 años, que estudia en Edimburgo (Escocia), viajó seis horas en tren hasta Londres y luego hizo dos horas más de trayecto para visitar el castillo donde se organizó un fin de semana especial "Downton Abbey". 

"Lo planeamos hace dos meses", explica emocionada la joven. En China, "todos los de mi edad conocen Downton Abbey. Yo la he visto para mejorar mi inglés", añadió.

Como estas tres jóvenes, muchos visitantes llegaron con indumentarias de moda en los años 1920, vestidos largos y cintas de plumas para las mujeres, trajes de tres piezas y corbata de lazo para los hombres.

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En el programa de la jornada están previstos clases de Charleston, concurso del mejor traje o paseos por el hermoso parque, obra del gran maestro de los jardines a la inglesa, Lancelot "Capability" Brown.

"Publicidad fantástica"

Pero todos esperan principalmente sentirse en el lugar de sus aristócratas de ficción preferidos, atravesando la sala de recepción, admirando la majestuosa escalera de roble o descubriendo las habitaciones donde los sirvientes recogen las confidencias de sus amantes.

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"Parece tan familiar, es como si ya hubiéramos estado aquí", se entusiasma Daniel Bissler, un californiano de 70 año, en traje celeste y blanco a rayas, y un corbatín con los colores del Reino Unido.

La serie, difundida por primera vez en Reino Unido en 2010, comienza con el naufragio del "Titanic" en 1912 y termina a fines de 1925, con el inicio de la decadencia de la aristocracia inglesa.

"Captura una época muy particular en la historia de Inglaterra, con la clase obrera y las mujeres luchando por sus derechos", explica Shayane Lacey, de 24 años, una fan londinense que llegó con su madre Roya, de 54.

Entre los cientos de visitantes, Emily Dickmann, de 33 años, originaria de Chicago, se mostró "casi conmovida" por haber visto "en vivo" la habitación de Lady Sybil, una de las heroínas de la saga.

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"Creo que los estadounidenses estamos un poco obsesionados con los ingleses, no tenemos condes y condesas, hace tanto tiempo, y nos fascina", dice.

Hoy es el octavo conde de Carnarvon, cuyo abuelo descubrió con el arqueólogo británico Howard Carter la tumba de Tutankamón en 1922, quien vive en el castillo, junto a su esposa.

En la serie, creada por Julian Fellowes, se representa un gran número de sirvientes. De hecho, a inicios del siglo XX "había aún más personas que trabajaban aquí", dijo a la AFP Lord Carnarvon, citando como ejemplo 20 jardineros y 16 personas en la cocina.

Cuatro chefs siguen trabajando a tiempo completo en el castillo y unos cinco jardineros.

El castillo, diseñado en 1842 por el arquitecto del Parlamento de Londres, Charles Barry, tiene más de 200 piezas, y el terreno es de 2.000 hectáreas, con increíbles costos de mantenimiento, que ni el conde ni la condesa divulgan. 

Por supuesto, "Downton Abbey" ha sido una "publicidad fantástica" que significó ingresos adicionales, comentó Lady Carnarvon. Antes de la serie, 40.000 personas visitaban el castillo cada año, hoy son unas 90.000. (E)