El Festival Latinoamericano de Cine de Quito (Flacq), que este año se realiza la sexta edición, tuvo un gran arranque. Lo hizo, el pasado viernes, nada menos que con la película Monos, una producción trabajada al detalle por el director Alejandro Landes, quien estuvo feliz mostrando su mimada obra. Y es que su película, que viene sorprendiendo en escenarios internacionales, fue exhibida en su ciudad, Quito, donde estudió la secundaria. Monos fue presentada como una producción de la cotidianidad. El filme “renueva las formas de representación del conflicto armado colombiano, a través de una brillante puesta en escena y trabajo actoral. Su autor detiene la cámara en la fragilidad universal de la adolescencia y busca, sin amarillismos, los orígenes particulares de la violencia que devastó gran parte de nuestro continente”, según señalan los organizadores del Festival.

¿Cómo ha recibido el público su producción?

Con satisfacción. Hacer la película fue un gran desafío. En Berlín fue como un despegar de la película, luego de que habíamos ganado un premio importante. Ahora se estrena en salas comerciales de más de 30 territorios. El 15 de agosto será en Colombia y luego en EE.UU.; más tarde, en Australia, Inglaterra, Rumania, España...

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¿Qué tal esa experiencia de trabajar con temas tan delicados y fuertes como la guerrilla, el narcotráfico y la violencia que golpean a nuestros países?

Creo que no son solo en nuestros países. Es el mundo, en general, el que afronta la guerra, el conflicto armado. Por esto, la película ha vibrado más allá de Colombia o Ecuador. Esta es una obra que habla dentro del género de guerras como pueden ser El señor de las moscas, El trabajo o la película rusa Ven a ver. Pero también tiene una ventana a la adolescencia, que es un momento de grandes choques porque te cambia el cuerpo, la voz, te salen pelos, quieres pertenecer, quieres estar solo, hay el desarrollo del ego, la relación con los padres se vuelve difícil...

¿Y qué tal experiencia fue trabajar con adolescentes?

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Fue como una mezcla. Por un lado, había adolescentes que jamás habían actuado en su vida y, por otro, había gente joven como Moisés Arias, que ha hecho carrera en Disney desde los diez años, y la actriz Julianne Nicholson, que ha tenido una carrera tan destacada en Hollywood. Había una mezcla de experiencias y trayectorias. Y lo que más me gustó de trabajar con estos chicos era que al contrario de lo que te dicen de no ponerles demasiada presión, ellos más bien querían ponerse la película al hombro, querían esa responsabilidad y crecían cuando sentían que tienen una película entre manos. Eso, en realidad, les hacía despegar.

¿La satisfacción alcanzada con Monos iguala o supera con la lograda con Cocalero y Porfirio?

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Son películas distintas. El grado de distribución para que la gente las vea ha sido muy emocionante. Cada película le hace de alguna manera una persona distinta a los tiempos del cine; cuando arrancas una película no eres el mismo que cuando le acabas. Por eso digo que son distintas porque, tal vez, la hizo una persona distinta y, tal vez, es para gente distinta.

¿Qué sintió en el momento que recibió la invitación para venir a Quito para participar en el Festival de Quito considerando su cercanía con la ciudad?

Me dio mucho gusto porque yo estudié acá; el colegio lo hice en esta ciudad; me crié en Quito y poder venir a la Casa de la Cultura, un espacio que visité tantas veces con mis compañeros, como estudiante, fue muy grato. Ante todo, fue una muestra afectiva porque aquí fue donde salí por primera vez de la casa para alquilar películas y donde tuve mis primeros VHS y ese tipo de experiencias que fueron mis primeros acercamientos al cine, a un cine que es como yo.

¿Y para un futuro cercano que hay, en qué está trabajando?

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Tengo una productora americana que adquirió los derechos de mi próxima película, de un guion que estoy escribiendo y ellos son los que están haciendo las nuevas películas. Pero por ahora, todavía le falta vía a Monos, tengo que acompañarle en los estrenos comerciales que arrancan al final del verano. Y ahí veremos qué pasa en los próximos días. (I)