La actriz Sophie Turner, que interpreta a Sansa Stark en  Game of Thrones (Juego de Tronos), reveló que al terminar la producción de la serier se tomará un descanso porque asegura que lleva cinco años sufriendo depresión.

La británica de 23 años lleva casi ocho convertida en una actriz conocida, exitosa y millonaria, que además disfruta de una relación consolidada con el músico stadounidense Joe Jonas, señala elpais.com.

Publicidad

"El mayor reto para mí es levantarme de la cama, conseguir salir de casa y aprender a quererme a mí misma", explica en el podcast Phil in the Blanks.

La entrevista tuvo lugar justo tras el estreno de la última temporada de Juego de tronos y poco antes de que Turner se vea inmersa en la promoción de su nueva película, X-Men: Fénix Oscura.

Publicidad

El personaje de Turner está presente desde la primera temporada de la serie, estrenada en el 2011, cuando apenas contaba con 15 años.

Ella asegura que esto afectó a sus relaciones con sus amigos y su entorno, ya que sufrió al verse sola cuando sus compañeros se empezaron a ir a la universidad y a dejar sus casas mientras ella seguía viviendo con sus padres y trabajando. "Solo lloraba y lloraba y pensaba: 'No puedo salir. No quiero hacer nada", indicó.

"Me gustaba tantísimo...", recuerda sobre su participación en la serie. "No podía creerme que iba a tener que pagar por ello. Todo era increíble", se lamenta.

"Pero todo empezó a irse a pique cuando alcancé la pubertad, como a los 17 años. Mi metabolismo se ralentizó muchísimo y empecé a ganar peso. Y luego tuve que enfrentarme al escrutinio de las redes sociales y todo eso, y en ese momento fue cuando (la depresión) empezó a golpearme", añadió elpais.com.

Para ella, las redes, donde tiene más de 10 millones de seguidores en Instagram, fueron detonantes de su depresión.  "Contribuyeron. No diría que fue la razón principal, pero sí un catalizador".

La actriz solía leer los comentarios de la gente, que la criticaban por casi todo: su peso, su piel, su físico, su forma de actuar... "Me lo creía. Me decía a mí misma: 'Sí, estoy llena de granos. Sí, estoy gorda. Soy mala actriz'. Y me lo creía". Como ella misma explicaba, "veía 10 comentarios fantásticos y los ignoraba, pero uno negativo me hundía".

Turner asegura que ha logrado mejorar gracias a sesiones de terapia y a tratamiento específico. "Ahora me quiero a mí misma, o más que antes, creo", indica.

Otros actories de Juego de tronos  ha sufrido problemas similares. El actor Kit Harington, que escenifica a  Jon Nieve, reconoció hace unos meses que había necesitado ir a terapia para asimilar la fama y el protagonismo de su personaje.

Lena Headey, que interpreta a Cersei Lannister, confesó también recientemente que grabó la primera temporada de la ficción con depresión posparto.

Y hace unas semanas Emilia Clarke, que hace el papel de  Daenerys Targaryen, reveló que sufrió dos aneurismas y varias operaciones cerebrales durante la primera y segunda temporada de la exitosa serie.  (I)