Por más de cincuenta años la bailarina guayaquileña Sonia Levy dedicó su vida a la danza, pero no a una danza cualquiera. La artista, de 75 años y que falleció el pasado 16 de marzo, fue uno de los pilares del baile flamenco en Guayaquil, comparada con otras figuras como Yanet Vivar, Martha Reina y Olga Valdez.

Formadora de bailarinas como Neme Quintero, María Antonieta Ochoa y otras exponentes de este género, Levy fue vista siempre como una maestra de mucho carácter, pero siempre abierta a ofrecer sus conocimientos a quienes necesitaran de ellos.

Sonia Levy comenzó en la academia de Janet Vivar, en 1954. Permaneció cinco años allí y después estudió con el maestro español Ramón Porta, quien visitó Guayaquil y le enseñó las bases de su carrera artística. De él aprendió el flamenco y su zapateado.

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Después de diez años de conocer sobre este arte español, decidió fundar su academia. Pero eso sí, siguió aprendiendo y bailando. El flamenco es la madre de la danza española, afirmaba en entrevistas anteriores con este medio. Luego vienen las bulerías, zarzuelas, sevillanas, estilos que con el tiempo iba fusionando para ofrecer al público una danza más fresca, pero con su toque flamenco característico. 

El sepelio de la artista se realizó el pasado 17 de marzo en Guayaquil. (I)