Para el columnista ecuatoriano Fernando Balseca resumir en unas cuantas líneas lo mejor de la literatura que ha pasado por sus manos este 2018 es difícil, pero destaca cuatro títulos (dos nacionales y dos extranjeros) en su lista de los que ha disfrutado.Dice que varios libros ecuatorianos le parecen importantes, pero que de ellos uno que sobresale sería <em><strong>Gravedad cero, reflexiones posconsulta.</strong></em> “Es un libro editado por Ivonne Guzmán en el diario El Comercio por la editorial Mediato de Quito, que hace el primer balance con entera libertad de lo que ha sido la década gobernada por el presidente Rafael Correa, y realiza un balance de lo que sería el poscorreísmo, apelando a la reflexión sobre las instituciones, sobre la cultura, sobre el secuestro de la libertad de expresión”, agrega Balseca, a quien le parece “importante esta mezcla de crónica con investigación periodística”.Otro libro nacional que Balseca destaca es <em><strong>Poesía reunida 1988-2018,</strong></em> de Mario Campaña. “Es un poeta que vive muchos años en Cataluña, pero que no ha dejado de indagar sobre la realidad cultural ecuatoriana. Es tal vez uno de los autores más valientes, más polémicos en términos de su cuestionamiento a la carencia de instituciones culturales aquí en el Ecuador”.Otro libro que también aprecia es <em><strong>El peligro de la historia única.</strong></em> En la obra, la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie aboga por la necesidad de escuchar varias fuentes en un tema. <em><strong>Siete cuentos morales,</strong></em> del sudafricano J. M. Coetzee, también está en su lista. La periodista y reseñadora de libros en el suplemento dominical La Revista de este Diario, Clara Medina también tiene su lista de favoritos. “Los libros de autores ecuatorianos que he leído este año, considero los mejores la novela <em><strong>Mandíbula,</strong></em> de Mónica Ojeda, y los volúmenes de cuentos<strong><em> Pelea de gallos, </em></strong>de María Fernanda Ampuero, y <em><strong>La primera vez que vi un fantasma,</strong></em> de Solange Rodríguez”, menciona Medina.De <em><strong>Mandíbula</strong></em> destaca la trama provocadora, ese internarse en el lado perverso y cruel de los seres humanos. “En esta obra los jóvenes personajes (chicas de un colegio de clase alta) se enfrentan a emociones y acciones límites, que son como un descubrimiento personal”.“Del <em><strong>Pelea de gallos</strong></em> aprecio la narrativa fluida y directa. Esa mirada a la violencia explícita o soterrada contra la mujer, que en el libro se expone sin remilgos. De La primera vez que vi un fantasma resalto la naturalidad con que se narra lo fantástico, aquello que incluso ronda lo terrorífico. Todo con una dosis de intriga bien administrada”, dice Medina.Además, la magíster en Estudios de la Cultura con mención en Literatura Latinoamericana señala de “autores extranjeros la novela <em><strong>Temporada de huracanes,</strong></em> de la mexicana Fernanda Melchor, que es de 2017, pero que leí este año y me encantó, y la reedición del ensayo <em><strong>Contra los hijos,</strong></em> de la chilena Lina Meruane. Me cautivó ese narrar sin concesiones, esa escritura sostenida, que tiene la misma fuerza y continuidad con que se reza, por ejemplo, un rosario. Pero Melchor narra unas vidas miserables”. El también articulista de este Diario Hernán Pérez presenta en esta edición su visión de lo que él considera lo mejor de este 2018 en cuanto a literatura. En su listado destaca dos obras internacionales y una nacional que en sus páginas los autores recurren a los elementos biográficos, históricos y científicos.Pérez arranca con <strong><em>La biografía de Leonardo da Vinci, </em></strong>de Walter Isaacson. “Yo creo que es la más completa biografía de esta figura del Renacimiento, con una muy buena investigación histórica y personal de la vida de Leonardo da Vinci”.“Otro libro más bien de carácter nacional yo creo que es el de Oswaldo Hurtado que se llama <em><strong>Ecuador entre dos siglos”, </strong></em>señala Pérez. “Es un interesante análisis muy serio sobre el Ecuador a raíz de la época democrática”, añade el reseñador de libros.Apunta que es “un análisis bastante objetivo, a pesar de que el autor de alguna manera ha sido un actor durante el tiempo que él hace el análisis”. “Eso no es algo fácil porque mantener la mayor objetividad posible siendo uno mismo partícipe de los eventos que se analizan es un buen trabajo”, agrega.Walter Isaacson, presidente del Instituto Aspen, ha sido presidente de la CNN y director ejecutivo de la revista Time. Es autor de Einstein, su vida y su universo (Debate, 2008), Benjamin Franklin: An American Life y Kissinger: A Biography, y es coautor, con Evan Thomas, de The Wise Men: Six Friends and the World They Made, así como de otros famosos títulos que se han convertido en éxitos en ventas en Estados Unidos y otros países.Otra obra que el editorialista considera que se puede destacar entre los mejores del 2018 es un libro que no está traducido al español de David Brooks titulado <em><strong>The road to character (El camino hacia el carácter).</strong></em> “Es un libro realmente muy, muy bueno sobre el análisis de la formación del carácter de la persona a través de la vida de ocho personajes históricos”, señala Pérez. La escritora y propietaria de la Librería Rayuela en Quito, Mónica Varea, dice que el libro que la marcó este año fue <em><strong>Patria,</strong></em> de Fernando Aramburu, una novela sobre el movimiento independentista vasco, “un novelón, escrita desde los personajes, con una maestría y un estilo únicos”.<em><strong>Te perdono régimen,</strong></em> del autor ecuatoriano Salvador Izquierdo, es otra obra que indica disfrutó mucho por sus “cuentos frescos, bien escritos e intensos a la vez”.En el plano internacional, manifiesta que Sandor Marai sigue siendo único. “Este año salió un librito que viene a ser la continuación de sus diarios, bueno, mejor dicho el intermedio. Lo que no quise decir es magistral, como todo lo que él escribe”, dice Varea.Según ella, un libro alhaja es <em><strong>Un librero,</strong></em> del colombiano Álvaro Castillo, quien vende libros viejos. Allí se cuenta la historia de cómo consigue los libros, de esas primeras ediciones que caen en sus manos, de los autógrafos con los que se ha topado.<em><strong>“Romances argentinos de escritores turbulentos</strong></em> (así, al revés), de Daniel Balmaceda, es otro libro que disfruté mucho. Por un lado hay una cantidad de autores desconocidos para mí, pero otros como Borges, por ejemplo, que ha sido más enamoradizo de lo que creía”, apunta la autora del libro infantil Navidad de perro.<em><strong>Mi tío Oswald, de Roald Dahl; Profecía de mar,</strong></em> de Alfonso Espinosa Andrade; <strong><em>Súplica a la mar, </em></strong>de Khaled Hosseini; <strong>Las maldiciones,</strong> de Claudia Piñeiro,<em><strong> Galapagos life and evolution,</strong></em> de Anamaría Chediak, también están en su lista de favoritos. Según el escritor y editorialista Leonardo Valencia, la literatura nacional imperó en la lista de sus libros favoritos de este 2018. Adolfo Macías, Mónica Ojeda, Francisco X. Estrella y Sandra Araya son los nombres que barajó al ser consultado sobre lo más sobresaliente en este año.“Yo creo que <em><strong>El mitómano</strong></em>, de Adolfo Macías, es una novela de uno de los autores más sólidos de Ecuador y creo que en esta novela alcanza un nivel de amenidad, sobre todo de reflexión sobre el mismo hecho de escribir y finalmente un mitómano es alguien que exagera y mitifica sus cosas, y la ficción es un proceso parecido”, dice.Otro título que destaca es el ensayo<em><strong> Corazón de un canalla</strong></em>, de Francisco X. Estrella. “Ha escrito un libro radical, descarnado, muy profundo sobre las relaciones de pareja y sobre todo una visión muy rica de la escritura ensayística fragmentaria”, apunta el autor de obras como<em><strong> El libro flotante</strong></em> <strong>de Caytran Dölphin</strong> o <strong>La luna nómada.</strong>Balseca comenta también sobre las novelas de Mónica Ojeda,<em><strong> Mandíbula,</strong></em> y<em><strong> El lobo,</strong></em> de Sandra Araya. “Considero que son de las jóvenes narradoras ecuatorianas más solventes de mayor calado literario y que están destacando por una continuidad, una coherencia y una propuesta literaria estética de nivel más allá de tendencias de moda, donde realmente se ve que hay una postura literaria muy personal”, explica el autor que este año presentó en la Feria del Libro de Guayaquil su trabajo Moneda al aire, sobre la novela y la crítica utilitaria. (I)