La trayectoria de Damián Alcázar le da autoridad para hablar de cine. Durante su segunda visita a la ciudad, se muestra descomplicado, con ganas de enseñar y aprender, pero también convencido de que el cine tiene que ser visto en las salas, no por otras plataformas. El máximo ganador de premios Ariel recuerda vagamente su rápido paso por Cuenca en el 2003 mientras filmaba la película Crónicas, del director ecuatoriano Sebastián Cordero. Tras terminar la pausa del primer taller de formación para actores, inicia la entrevista asegurando que la única oportunidad de ver buen cine es en los festivales.