Manolo Caro, el cineasta que crea historias sin tabúes

Nació en Guadalajara (México). Es arquitecto de profesión y su obra más reciente ha generado diversas reacciones. El director, productor y escritor Manolo Caro, creador de La casa de las flores, construye en esta serie para Netflix un mundo que si bien expone temas controversiales, para los más conservadores, se sostiene en la raíz vital de la sociedad: la familia. Caro, quien estudió además con el maestro de actores y director teatral Juan Carlos Corazza, adopta para esta producción el género de telenovela, en el que México ha sido uno de los pioneros, y le aporta modernidad con una trama que ha captado a la audiencia. Invitado como uno de los ponentes, en el festival de cine con celulares Smart Films, en Bogotá, el director mexicano conversa con este Diario antes del estreno de su siguiente película.
 

¿Cómo se concibió La casa de las flores?

Justo con la idea de hablar de la familia y de partir de que todos tenemos un núcleo familiar y de que ninguna familia es completamente funcional. En La casa de las flores, la familia De la Mora se ama sobre todas las cosas y eso hace que el público empatice, porque uno siempre quiere lo mejor para los nuestros. Entonces ahí se concibieron los personajes, se crearon cada uno de los mundos y tuve la dicha de poder hablar de temas que parecieran tabúes.

En la serie habla sobre la bisexualidad y las personas transgéneros, pero desde la inclusión de la familia...

Sí, eso para mí es importantísimo poner sobre la mesa estos temas pero no ponerles ningún tipo de prejuicio tampoco. Ni decir que hay cosas malas ni buenas, sino que todos somos seres humanos y tenemos defectos, virtudes, aciertos y fracasos, y por eso se nos tiene que regir nuestra vida y no por nuestras preferencias o por las cosas que nosotros decidamos o aceptemos ser.

Logró traer de regreso a la pantalla a Verónica Castro, ¿cómo consiguió unirla con todo el reparto?

Pues trayéndoles un proyecto que los acercara al mundo real y que nos diviertiéramos y que fuera hecho y concebido desde el amor y desde el respeto. Y también intentando un poco lo que se había venido haciendo con el melodrama mexicano. Yo le decía a Verónica: A lo mejor la gente que te vio a ti siendo este hito de la telenovela, y que sufrías y llorabas 180 capítulos, pues en el momento en el que te vean en el primer capítulo, fumando marihuana, te van a odiar pero también va a haber un público joven que lo va a sentir afín.

¿Esperaba que personajes como Paulina (interpretado por Cecilia Suárez) se volvieran virales?

No, eso uno nunca lo ve, o sea como que de repente ocurre y es increíble que ocurra y que lo pueda disfrutar al lado de una actriz que quiero y respeto con toda mi vida.

¿Volveremos a ver a la familia De la Mora?

Pues no sé, eso es algo que todavía tendremos que hablar con Netflix y ellos nos tendrán que explicar qué es lo que va a suceder con esta familia. (E)