Más allá de los ingresos récord esperados para Black Panther (Pantera Negra), en el filme se trata de un fenómeno cultural en Estados Unidos por su representación de personajes negros en la gran pantalla.

La película decimoctava del universo Marvel –dirigida por Ryan Coogler y protagonizada por Chadwick Boseman– es la primera de la lucrativa franquicia dedicada a un superhéroe de color.

Boseman interpreta a Pantera Negra, también conocido como T’Challa, rey y protector de la ficticia Wakanda, que es un personaje en sí mismo porque desafía el estereotipo de los países africanos: esta es la utopía de una nación rica, nunca antes colonizada y que estudia recibir refugiados de regiones más pobres.

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La película cuenta una historia “desde un punto de vista universal, pero que al mismo tiempo apela a la cultura afroamericana”, dijo Paul Dergarabedian, analista sénior de la firma comScore.

Jeff Bock, de la firma Exhibitor Relations, señaló que la película llegará a romper esa idea de “lo que funciona y no en Hollywood”.

Varios expertos consultados coincidieron en que esperan que la película tenga el mismo efecto de cambio que Mujer Maravilla, de modo que los estudios entiendan que pueden ganar grandes cantidades de dinero apostando por proyectos no solo diseñados para hombres blancos. (I)