La primera película que Jodie Foster dirigió se trataba de una madre soltera criando a su hijo. Su más reciente proyecto detrás de cámara también es de una madre soltera, pero en esta ocasión una que está criando a su hija.

Para un episodio de la serie de Netflix Black Mirror, Foster tuvo que indagar profundamente en las dinámicas entre madres e hijas, con el fin de contar la historia de una mamá que se siente tan ansiosa por su hija que recurre a una sofisticada herramienta de vigilancia. Foster, cuyo debut como directora llegó con Little Man Tate en 1991, es madre de dos varones, por lo que trató de revisar cómo es su interacción con su propia madre, así como el estira y afloja que esto implica.

El episodio de Black Mirror titulado ArkAngel es parte de la cuarta temporada de la serie creada por Charlie Brooker sobre la ansiedad que provoca el mundo moderno. El episodio de Foster es protagonizado por Rosemarie DeWitt, actriz que ha sido parte de filmes como La La Land y Mad Men.

Publicidad

Foster, que ha actuado en películas como El silencio de los inocentes, Inside Man y The Accused, dijo que se sintió atraída por Netflix después de descubrir que en Hollywood solo se apoya a las cintas de grandes franquicias. El episodio es la primera ocasión que Foster y DeWitt trabajan juntas y Foster dijo que su protagonista “simplemente habita un personaje de una manera que se siente completa y totalmente real”. (E)