Decenas de tiburones martillo nadan cerca del lecho marino de arena blanca y tonos turquesas. El cardumen pasa cerca de una zona rocosa y comparte espacio con otras especies que no se inmutan ante la presencia de los tiburones.

En medio de esos gigantes del mar surge la silueta de una mujer que se desplaza con libertad, como si existiera complicidad con ese mundo. Lleva un traje negro de buceo que parece matizarse con la piel de los tiburones.

No hay un tanque de oxígeno en su espalda, solo una mascarilla en su rostro. Un rostro que palpa un oasis que se esconde entre las profundidades de la isla Darwin, en el norte de Galápagos.

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La escena pertenece al documental Galápagos Evolution, que presenta una mirada del Archipiélago a partir de una exploración de un grupo de campeones internacionales de apnea, disciplina en la que se sumerge a las profundidades a puro pulmón.

Narrado por Pierre Yves Cousteau, hijo del famoso biólogo Jacques Cousteau, el documental de 30 minutos es una recopilación de 70 horas de grabación. Su mensaje apunta a crear conciencia en que el ser humano puede volver a unirse y coexistir con la fauna.

El proyecto, que tuvo su estreno esta semana, fue concebido por el ecuatoriano Roberto Ochoa y la filmación estuvo a cargo de Levector.

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Los ecuatorianos podrán ver el documental este domingo, a las 21:30, en TC. (I)