Hay ciertos gestos de los famosos que marcan la diferencia y Pharrell Williams acaba de demostrar su implicación con sus seguidores. El cantante ha hecho realidad el sueño de Reef Carneson, un niño de ocho años diagnosticado de leucemia linfoblástica aguda que deseaba acudir a uno de sus conciertos. El pequeño, que lleva entrando y saliendo del hospital desde que tenía apenas 12 meses de vida, es un gran seguidor del artista y soñaba con conocerlo algún día.