Hace ya algunos años, Pamela Anderson, la rubia modelo y actriz que se hizo popular por la serie Guardianes de la bahía y que se caracteriza por tener unos pechos abundantes, dijo, palabras más, palabras menos, que le molestaba que solo se fijaran en ella por ese detalle y que no se dieran cuenta de sus otros atributos; por ejemplo, de su intelectualidad. Lo extraño era que hacía poco por mostrar esos aspectos que reclamaba le reconocieran, o que creía tener. Así que quienes hablaban de ella se centraban en lo evidente.