Quedar campeón es complejo, más aún cuando afrontas una Copa del Mundo con 40 países participantes y alrededor de mil jugadores distribuidos en distintas categorías entre masculino y femenino.

Pese a esa complejidad, el equipo femenino de Ecuador se coronó campeón mundial de maxibásquet el pasado 6 de julio en Suiza en la categoría 65 años. Mientras, en 70 años se obtuvo el vicecampeonato.

En diálogo con EL UNIVERSO, María Eugenia Vinueza, jugadora que alcanzó la gloria en el país del Viejo Continente, expresó sus sensaciones y lo que le espera al combinado nacional en esta disciplina que tiene las mismas reglas del básquet tradicional, pero se permiten jugadores a partir de los 35 años.

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Además, el equipo fue condecorado en el Teatro Sánchez Aguilar en un evento en el que estuvieron presentes Frickson George, exfutbolista y actual asambleísta por Revolución Ciudadana (RC), y Santiago Lebed, director zonal de deporte.

¿Cómo es la preparación para afrontar estos torneos?

Cada equipo es responsable de entrenar, de conseguir los fondos para los viajes, de inscribirse... de todo. Fimba (Federación Internacional de Maxibásquet) se encarga de que los equipos cumplan los requisitos, especialmente los de la edad. Cada equipo hace sus entrenamientos cuando puede y como puede. En nuestro caso, cada una entrena por su cuenta en su ciudad, una vez al mes nos reunimos y entrenamos juntas.

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¿Entrenar por separado afecta?

Sí, porque lo ideal es entrenar juntas, practicar las jugadas juntas, porque eso hace que nos conozcamos mucho más. No es que nos conocemos de hace tanto tiempo, a muchas las conocí hace dos años y no sabía cómo jugaban. Es diferente cuando entrenamos juntos, pero no nos queda otra. El básquet es un deporte de equipo; se complica, pero lo importante es que somos campeonas. El año pasado también ganamos el Panamericano en México.

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¿Qué se viene para el equipo ahora?

El Panamericano del 2026 que se disputará en El Salvador.

¿Cómo gestionan los fondos y recursos?

Es todo con autogestión. Este año nos donaron los uniformes, de ahí cada uno se gestiona la estadía, los pasajes e incluso la inscripción que también cuesta. En diciembre ya tenemos que inscribirnos para el Panamericano en febrero, si no el costo sube. Mucha gente vende gorras, camisetas, hacen rifas, bingos, de todo. Mucha creatividad por parte de los deportistas para ir a jugar.

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¿No hay forma de cambiar eso?

No hay otra manera de hacerlo. El ministerio no tiene una fuente de financiamiento para ese tipo de evento y Fimba Ecuador tampoco. No les corresponde. En Argentina es igual, por ejemplo. Alemania tiene canchas para el deporte, entrenadores... es una diferencia abismal.

¿Y allá cómo hacen para poder tener una mayor infraestructura?

Están más organizados. Hay una mayor intervención de la Federación de Básquet. Organizan campeonatos y todo eso ayuda porque te vas preparando más y estás al día en el entrenamiento. (D)