Y el rey de la tierra subió para siempre a los cielos de Roland Garros. Rafael Nadal, el mito de los catorce títulos, recibió este domingo el homenaje definitivo. “¡Rafa, Rafa!”, coreó por última vez la Philippe Chatrier con Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray como inolvidables testigos.

A las 18:10, en Francia, surgió la voz del speaker del torneo, Marc Maury, para recitar la mítica presentación del tenista, coronada con el interminable in crescendo de sus catorce años triunfales en París.

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Traje negro, solo en su pista, apoyado en un pequeño púlpito, Rafa soltaba sus primeras lágrimas durante un video de sus hazañas.

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“Muchas gracias, no sé por dónde comenzar. Los 20 últimos años he disfrutado, he ganado, he perdido y me he emocionado cada vez que he tenido la suerte de estar aquí”, comenzó en francés un discurso, que continuó en inglés para emocionarse en español, en especial cuando se acordó de su gran familia.

La tribuna presidencial de la pista estaba reservada para ella, además de su equipo y amigos. No se lo perdieron sus abuelas, de 94 y 92 años, y su tío y entrenador Toni. Se acordó de todos y todos se vieron desbordados por la emoción.

Reunión del ‘big four’

“Toni, eres la razón por la cual estoy aquí. Gracias por dedicar una gran parte de tu vida a querer estar conmigo... Entrenando, hablando, engañándome y llevándome al límite. Lo que hemos vivido no ha sido fácil, pero sin duda ha valido la pena”, dijo ante una grada teñida de camisetas marrones como la tierra batida y el mensaje ‘Merci Rafa’.

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Tras el discurso, saltan a la pista Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray para dar un abrazo a la otra pata del big four de la era dorada del tenis.

Y más lágrimas cuando aparecieron la directora del torneo, Amelie Mauresmo, y el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Gilles Moretton, para descubrir una placa en el suelo de la pista, que rememorará para siempre los catorce títulos del español.

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Seis meses sin tocar la raqueta

Habían pasado seis meses desde aquella tarde de emoción desbordante en Málaga con el mito derrotado por el neerlandés Botic Van de Zandschulp en la Copa Davis y un homenaje de madrugada deslucido y triste tras la eliminación de España.

No había querido pisar una pista desde entonces. Pasado el trance, disfruta de la retirada a punto de cumplir 39 años, con una vida plena dedicada a la familia y a una academia de tenis entre las más prestigiosas del mundo. Mientras, se toma un tiempo para reflexionar qué le apetece hacer.

Y este domingo un paréntesis para viajar a París, como hizo durante casi dos décadas, con 14 títulos entre 2005 y 2022, una de las grandes hazañas de la historia del deporte. Pero esta vez no llevaba las raquetas. (D)