El irlandés Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step) cumplió el pronóstico en una jornada señalada para el esprint con doblete al final de la quinta etapa de la París-Niza, disputada con un recorrido de 200,2 kilómetros entre Vienne y Bollène, jornada en la que Primoz Roglic mantuvo el maillot amarillo pese a sufrir una caída.

Etapa tranquila y atípica, ya que no se produjo ni la tradicional escapada de modestos corredores que buscan ratos de gloria. El recorrido era largo, pero sin sobresaltos. Solo al final los esprinters tomaron cartas en el asunto, y entre todos, Sam Bennett apareció en el momento adecuado para apuntarse un doblete y la cuarta victoria de la temporada.

Bennett amplió la fiesta del Deceuninck, ganador del día en la Tirreno-Adriático con Julian Alaphilippe.

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En la “Carrera del sol” el esprint encumbró a Bennett por delante del francés Nacer Bouhanni (Arkéa-Samsic) y del alemán Pascal Ackermann (Bora-hansgrohe), todos con un tiempo de 5 horas 16 minutos 9 segundos.

Roglic pasó página con el maillot amarillo, y lo defenderá en la sexta jornada, otra vez con montaña, con una ventaja de 31 segundos sobre el alemán Max Schachmann (Bora) y 37 s respecto al estadounidense del UAE Brandon McNulty.

La etapa no tuvo el aliciente de la caza de escapados. El fuerte viento contrario frenó mucho tiempo al pelotón en esta etapa de 200 kilómetros que tomaba el Valle del Ródano en el sentido norte-sur. Roglic se cayó a 37 kilómetros de la llegada, al mismo tiempo que su compañero alemán Tony Martin, que abandonó la prueba.

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El Jumbo quedaba mermado, pero los que seguían en carrera aún asumieron parte de la aproximación a meta, aunque fueron los hombres del Deceuninck los que se pusieron al frente en un tramo de curvas clave para la colocación previa a la recta de meta.

Muchos eran los candidatos, pero solo uno el elegido, el más fuerte del momento. Sam Bennett siguió sumando, ya con doblete y pensando en el triplete. La ambición de los lobos es ilimitada.

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Este viernes vuelve la montaña con la sexta etapa, la más larga de la semana que unirá Brignoles a Biot, con cinco ascensiones o puertos, en el recorrido de 202,5 kilómetros, favorable a los escaladores. (D)