El exjugador de la liga de fútbol americano (NFL) Phillip Adams padecía la enfermedad cerebral encefalopatía traumática crónica (ETC) cuando mató a tiros a seis personas antes de suicidarse el pasado abril, informaron autoridades el martes.

Un examen del cerebro de Adams realizado por neuropatólogos de la Universidad de Boston reveló que el exjugador, de 32 años, mostraba signos de daños cerebrales “inusualmente graves”.

Ann McKee, la directora del CTE Center de la Universidad de Boston que llevó a cabo el examen, comparó los hallazgos con el caso de Aaron Hernández, la exestrella de los New England Patriots que fue condenado por asesinato en 2015 antes de quitarse la vida en prisión dos años después.

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“Phillip Adams tenía una extraordinaria cantidad de patología ETC en el lóbulo frontal, la zona del cerebro situada detrás de la frente”, explicó McKee.

“La carrera de 20 años de Adams en el football americano lo puso en un alto riesgo de ETC”, afirmó.

La ETC, que solo se puede diagnosticar en autopsias, es una enfermedad cerebral degenerativa causada por repetidos traumatismos craneales.

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La enfermedad se ha relacionado con una serie de síntomas de comportamiento, como agresividad, depresión, ansiedad, paranoia y tendencias suicidas, así como con pérdida de memoria.

El descubrimiento de la ETC -que, según McKee, se ha encontrado en 315 exjugadores de la NFL- derivó en una serie de demandas contra la Liga, que acordó una compensación a jugadores retirados por unos 1.000 millones de dólares en 2016.

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Según dijo el martes la forense del condado de York, Sabrina Gast, la familia de Adams alertó que el ex ‘cornerback’ había sufrido “varias conmociones cerebrales” durante su etapa en la NFL entre 2010 y 2015, en la que militó en los San Francisco 49ers, Oakland Raiders y Atlanta Falcons.

El pasado 7 de abril, Adams mató a tiros a Robert Lesslie, de 70 años; a su esposa Barbara Lesslie, de 69; a dos de sus nietos, de nueve y cinco, y a dos hombres que trabajaban en un sistema de aire acondicionado en la casa de Lesslie en Rock Hill, Carolina del Sur.

Poco después de los asesinatos, Adams fue encontrado muerto de una herida de bala autoinfligida en una casa cercana.

Gast recalcó que los hallazgos de ECT revelados el martes no proporcionan “en su totalidad” una explicación de lo que desencadenó los crímenes de Adams.

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“Es difícil decir que solo eso dio lugar a estos comportamientos, porque normalmente es una cuestión complicada con muchos otros factores”, afirmó. “Pero ciertamente hemos visto este comportamiento y de hecho no es lo que yo consideraría inusual en esta enfermedad”.

Un análisis toxicológico realizado a Adams descubrió que había consumido anfetaminas así como un extracto de hierbas que puede funcionar como estimulante. (D)