“Me dedico al MMA (siglas en inglés de artes marciales mixtas), entonces tengo que aprender, sí o sí, jiu-jitsu, striking, lucha, de todo...”, Michael Morales lo tiene claro. El segundo peleador ecuatoriano con contrato de UFC aseguró, en una entrevista con EL UNIVERSO, que para seguir evolucionado y escalando peldaños en la promoción que regenta Dana White tiene que convertirse en un artista marcial completo.

Ante la atenta mirada de una veintena de alumnos en el gimnasio de la academia Team Predador Víctor Avilés (norte de Guayaquil), Morales sigue desprendiendo esa espontaneidad y nobleza que lo caracterizan.

Adolescentes y adultos, mujeres y hombres, asistieron al seminario de MMA que dictó el peleador peso wélter el 2 de septiembre durante una visita relámpago de siete días en Ecuador, proveniente de México, donde se entrena.

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Su segunda pelea con Adam Fugitt en la función UFC 277 fue una de las situaciones que abordó en el taller y luego explicó: “Es el movimiento que a muchos peleadores nos hace falta, como a mí”. “Una pequeña distracción pudo servirle a Adam para poder derribarme”.

El deportista orense de 23 años no rehúye ninguna pregunta, no obstante, guarda silencio cuando se le menciona una lista de contrincantes con perfil para enfrentarlo en su próxima batalla, con la que debe completar su primer contrato con la empresa desde que se unió en septiembre de 2021.

Morales se deshizo en elogios hacia el guayaquileño Emiliano Linares, quien el 27 de septiembre disputará en la reality Dana White’s Contender Series un lugar en el plantel de UFC en la categoría peso pluma.

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Para la Araña Morales se espera una tercera presentación en el octágono de UFC, en noviembre o diciembre, o en enero de 2023 si así lo decide White.

Pregunta. No guardó recelo cuando sobre el tatami dijo: Soy malísimo en jiu-jitsu. ¿Está trabajando en fortalecer su background en ese arte marcial?

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Respuesta. Me dedico al MMA, entonces tengo que aprender, sí o sí, jiu-jitsu, striking, lucha, todo... Es fundamental aprender jiu-jitsu. Siempre lo he dicho: ‘Yo no soy bueno en jiu-jitsu, soy malísimo’. Pero trato de aprender día a día. Raúl (Arvizu) es cien por ciento jiu-jitsu aplicado al MMA, lo que él me enseña trato de recopilarlo lo que más puedo, utilizar mi defensa, porque tuve una pelea en la que sí perdí por jiu-jitsu. Entonces me dediqué a entrenar y entrenar, y eso fue lo que me sacó de este mundo de no querer aprender. Seguí evolucionando. Raúl me enseñó mucho jiu-jitsu cuando llegué al Entram Gym; prácticamente era un cinturón blanco yo ahí. He aprendido muchísimo y eso me ha servido en las peleas.

P. ¿Cuál fue la finalidad de recordar un movimiento del combate contra Adam Fugitt en la cartelera UFC 277?

R. Es el movimiento que a muchos peleadores nos hace falta, como a mí. Una pequeña distracción pudo servirle a Adam para poder derribarme. Me gustó mucho ese movimiento que hizo porque no lo practiqué en mi pelea; de hecho, pensé que se iba a ir conmigo al striking, a repartir golpes y nada más, pero me derribó, me controló un poco, pero supe ponerme de pie. El movimiento que hizo me lo ha hecho practicar Raúl (Arvizu) día y noche porque es en lo que fallo. Mejorar eso, aplicarlo en la pelea, me va a hacer crecer mucho, y también trato de enseñarlo (a alumnos).

P. Pudimos conocer que tenía pactado volver al octágono en noviembre pero se cayó el rival, por eso ha mencionado que el combate podría llevarse a cabo en noviembre o diciembre.

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R. Yo creo. Simplemente espero rivales, espero la oportunidad y creo que se me va a dar. Estoy seguro de que voy a recibir la oportunidad de volver a participar en UFC para cerrar el año con broche de oro, quién sabe si con una victoria más. Simplemente voy a esperar.

P. Los siguientes nombres tienen el perfil del contrincante al que usted podría enfrentar en su tercera presentación en UFC: Louis Cosce y Orion Cosce, Bryan Battle, Della Madalena y Miguel Baeza. ¿Ha escuchado de ellos?

R. Todavía no. Bueno, yo soy malo para recordar nombres y no recuerdo a los peleadores, pero sí me han nombrado ciertos atletas que están invictos en UFC en mi categoría.

P. ¿Qué planifica para el 2023?

R. Más peleas, más desafíos, más escalones por subir. Tengo que mantenerme siempre alerta y entrenar todo el tiempo. Hablé con Raúl respecto de ir a entrenar a Estados Unidos, porque hay gente más pesada (nivel superior) allá. El plan es ir (a EE. UU.) y venir (a México). Raúl me habló de un campamento en Brooklyn (Nueva York) porque allí hay gente pesada, no sé con exactitud el gimnasio.

P. ¿El momento para subirse al octágono contra un top 15 del peso wélter cuándo será?

R. Mi entrenador siempre me dice: ‘Tienes 23 años, no debes gastarte, no debes fundirte, simplemente debes esperar porque tienes una carrera muy larga’. El top, por decirlo así, o el límite para alcanzar un peleador su mayor fortaleza o mayor capacidad, es a los 30 años. Me queda mucho por recorrer. Raúl es el que se encarga de mi carrera y solo espero lo que él diga.

P. El 27 de septiembre Ecuador tendrá la segunda oportunidad este año para que un atleta pelee por un lugar en el plantel de UFC: ha llegado el turno de Emiliano Linares contra el australiano Jack Jenkins en el peso pluma.

R. Siempre le deseo lo mejor del mundo. Conozco a Linares desde hace mucho tiempo, es prácticamente un hermano para mí porque le dice ‘mami’ a mi mamá también, entonces él es como de mi familia. Le deseo lo mejor del mundo, él tiene el talento, las ganas, ha hecho muchos sacrificios para llegar a donde está. Yo sé que va a ganar. Linares tiene todo el potencial, todo lo que un deportista requiere para ganar, para ser un ecuatoriano en UFC más. Ojalá sea posible ir a Las Vegas a verlo pelear y apoyarlo en el UFC Apex (escenario del programa Dana White’s Contender Series).

(D)