Las 24 horas de Le Mans, uno de los eventos de resistencia más importantes del deporte del automóvil, se disputarán este año a finales de agosto, dos meses después de los previsto, para “tener más opciones de poder acoger público”, indicaron este jueves los organizadores.

La 89 edición de la carrera, inicialmente programada el 12 y 13 de junio, se disputará finalmente el 21 y 22 de agosto, señaló en un comunicado el Automobile Club de l’Ouest (ACO).

La decisión, tomada de forma conjunta con el Mundial de resistencia y con la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), pretende así buscar un momento de menos incidencia de la pandemia para poder acoger público “dentro del estricto respeto de las medidas sanitarias”.

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Los organizadores han querido anunciarla con tanta antelación para que participantes, patrocinadores y espectadores tengan tiempo de adaptarse a la misma y también para preservar el calendario actual del Mundial.

Por ahora, el resto de las pruebas programadas en el circuito de Le Mans mantienen sus fechas, indicaron los organizadores, que estudiarán eventuales efectos que sobre ellas pueda tener la modificación de la más emblemática.

El presidente del ACO, Pierre Fillon, reconoció que la decisión de retrasar las 24 horas fue “difícil”, pero consideró que era “la más adecuada”.

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”No podíamos imaginar una segunda edición de las 24 horas sin público. Teníamos que hacer todo lo posible para lograr este objetivo indispensable al tiempo que dar a los participantes una perspectiva sobre el conjunto de la temporada”, indicó.

Agregó que trabajan duro para que la acogida de espectadores se haga con “con las garantías necesarias e indispensables en el plano sanitario”. (D)