Un efusivo abrazo selló una jornada memorable para el ciclismo ecuatoriano. Fue la felicitación a Richard Carapaz de parte de Jhonatan Narváez, gregario de lujo para la Locomotora, campeón olímpico de ruta.

Equipo corto, reducido en número, pero no en experiencia el que presentó Ecuador en la ruta olímpica. Carapaz y Narváez ante potencias como Bélgica, Eslovenia, Italia, Países Bajos, España o Colombia, que llegaron con entre cuatro y cinco corredores.

“No tenía un equipo como otros, éramos solamente Jhonny (Jhonatan Narváez) y yo. Teníamos la confianza, tenemos mucha experiencia de haber corrido en Europa”, destacó Carapaz, quien fue resguardado por Narváez en la ruta hasta el despegue final de la Locomotora.

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El corredor de El Playón de San Francisco, compañero en Ineos Grenadiers, fue su escudero, hombre de confianza de Carapaz; por eso el pedido para que lo acompañe a Tokio, según reveló el director técnico Santiago Rosero, en días previos a la competencia.

Narváez estuvo en el pelotón principal y, por momentos, peleando por abrirse espacio entre el lote principal con Carapaz a su rueda para controlar la escapada, un grupo de ocho corredores que alcanzó hasta 20 minutos de diferencia.

Los ecuatorianos cumplieron un gran trabajo para pelear adelante con los mejores del pelotón mundial, en equipos completos y con planificadas estrategias.

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Cumplida su tarea y con el impulso necesario de Narváez, Carapaz quedó solo para afrontar los kilómetros finales ante rivales conocidos, poderosos.

El carchense cruzó la meta con registro de 6 horas 5 minutos 26 segundos. Con 10 minutos 12 segundos de diferencia entró Narváez, en puesto 47, pero por delante del australiano Richi Porte (48), el belga Remco Evenpoel (49) o el ruso Aleksandr Vlasov (59), figuras del UCI WorldTour.

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Entre los latinoamericanos, el sucumbisense fue quinto. Superado por Carapaz, los colombianos Rigoberto Urán (8) y Esteban Chaves (45), además del mexicano Eder Frayre (39), entre un lote integrado por corredores de Argentina, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Perú, Venezuela y la delegación cafetera, que llegó con cuatro integrantes.

En meta, Narváez (24 años) se fundió en un abrazo con Carapaz, la felicitación para el campeón y el agradecimiento para un gregario que también forja su nombre en el ciclismo mundial, luego de ganar etapa en el Giro de Italia 2020 y destacar en filas de Ineos con triunfos por etapas y carreras europeas. (D)