Frustración, enojo, impotencia y malestar, una mezcla de sensaciones en las últimas etapas para el velocista colombiano Fernando Gaviria, que a jornada seguida se quedó sin opción de pelear el esprint, este jueves, en la sexta etapa del Giro de Italia que cerró en Scalea.

Con los velocistas lanzados para buscar la etapa, el antioqueño se perdió del tren del UAE-Team Emirates y al buscar espacio entró en conflicto con dos corredores del DSM, para terminar cerrado contra las vallas.

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Gaviria cambió de carril y con empujones trató de abrirse espacio entre Cees Bol y Alberto Dainese, acción peligrosa, sin consecuencias para los corredores, por la que fue sancionado.

Al final de la sexta etapa, Gaviria quedó posicionado como el último corredor del lote principal en meta, un grupo de 152 corredores que marcaron el mismo tiempo del francés Arnaud Démare (Groupama-FDJ), ganador de la etapa.

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El resultado de la jornada dejó además al cafetero en quinto lugar de la clasificación por la maglia ciclamino, que premia al mejor velocista de la prueba y que es liderada por Démare, ganador de las etapas cinco y seis.

Este nuevo revés de Gaviria se suma a la frustración de perder el esprint de la quinta etapa (Messina), cuando un problema en el desviador de su bicicleta le privó de pelear el triunfo, para ubicarse segundo, detrás de Démare.

La reacción desde el DSM tras lo ocurrido con el ciclista colombiano este jueves no se hizo esperar, aunque tomaron el incidente sin polémica.

“Creo que estábamos en una muy buena posición al llegar a la final. Los chicos protegieron su posición de buena manera, pero en la meta fue un esprint caótico. Alberto (Dainese) estaba haciendo una muy buena ventaja, desafortunadamente se nos impidió poder correr para un mejor resultado con Cees (Bol)”, lamentó Matt Winston, director deportivo del DSM. (D)