Ecuador se quedó este domingo con las ganas de festejar un nuevo Giro de Italia para Richard Carapaz, que finalizó la competición en el segundo lugar del podio, tras ceder en la penúltima etapa la maglia rosa al australiano Jai Hindley, quien se coronó campeón.

Pese a que era complicado que en la contrarreloj individual, Richie buscó recortar 1 minuto y 25 segundos que lo separaban de Hindley, un nutrido grupo de personas se congregó en la casa donde creció el ciclista ecuatoriano para acompañar a su familia y animarlo en esta última etapa.

A la casa ubicada en la andina parroquia rural de El Carmelo, a escasos kilómetros de la frontera con Colombia, llegaron ciclistas de distintos puntos de la norteña provincia del Carchi, que una vez más se volcó para apoyar a su paisano.

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El padre del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz, Antonio (i), apoyando a su hijo en la etapa final del Giro. Foto: EFE

La mayoría de ellos llegó en bicicleta tras recorrer una ruta de 51 kilómetros organizada por los familiares y amigos de Carapaz, donde participaron personas de todas las edades con el ánimo de repetir la alegría vivida en 2019, cuando el ciclista ya se alzó con la victoria en el Giro de Italia.

Con especial angustia siguió el desarrollo de la contrarreloj la madre de Carapaz, Anita Montenegro, quien todavía se está recuperando de una delicada operación quirúrgica, por lo que se mantuvo sentada y sin despegarse de un póster se su hijo vestido con el maillot rosa.

Por su lado, Antonio Carapaz, padre del deportista, se mostraba más impetuoso y pendiente de cada pedalada que daba su hijo en el recorrido de 17,4 kilómetros por las calles de la ciudad de Verona.

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Al finalizar la etapa, pese a no haber podido celebrar otro éxito internacional de Carapaz, todos le cantaron feliz cumpleaños y brindaron por él, ya que el final del Giro coincidía con el aniversario del ciclista, que cumple 29 años. (D)