El excampeón paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, condenado por el asesinato de su compañera Reeva Steenkamp hace diez años, permanecerá en prisión después de que una comisión penitenciaria rechazara el viernes su solicitud de libertad condicional.

Oscar Pistorius podrá optar a la libertad condicional a partir de marzo de 2023

Los servicios penitenciarios informaron en un comunicado que la negativa está relacionada con el hecho de que el convicto aún no ha cumplido una parte suficiente de su sentencia.

Óscar Pistorius, condenado en apelación a 13 años y 5 meses de cárcel

“La razón que invocaron es que el detenido no ha completado el período mínimo de detención, según lo decidido por el Tribunal Supremo de Apelación”, es decir, la última instancia que condenó a Pistorius en 2017 después de múltiples apelaciones, dice el comunicado.

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“La solicitud ha sido rechazada” y “será revisada en un año”, dijo a la AFP la abogada de la familia de la víctima, Tania Koen.

Fiscalía de Sudáfrica pedirá más años de prisión para Óscar Pistorius por asesinato

Un comité ad hoc se reunió este viernes en la prisión de Atteridgeville, cerca de Pretoria, donde el exatleta, de 36 años, cumple una condena de más de trece años.

La ley sudafricana establece que una persona condenada por asesinato puede obtener la libertad anticipada una vez que haya transcurrido la mitad de su sentencia.

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Los padres de Reeva Steenkamp habían manifestado su oposición a su liberación anticipada, considerando que Oscar Pistorius nunca dijo la verdad.

“No creo en su historia”, dijo la madre visiblemente angustiada, June Steenkamp, a los periodistas que se agolpaban junto al auto en el que llegó a la prisión para participar en la audiencia de la comisión.

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La madre finalmente no tuvo que testificar frente al asesino de su hija por decisión de la comisión, dijo su abogada Tania Koen.

Los padres de la víctima viven “una sentencia de cadena perpetua” desde la muerte violenta de su hija, dijo Koen. “La echan de menos todos los días”, añadió.

“Creen que no debe ser liberado” porque “no ha mostrado remordimiento y no está rehabilitado, porque si lo estuviera, habría sido honesto y habría contado la verdadera historia de lo que sucedió esa noche”, insistió.

La comisión debía oficialmente examinar si se cumplió “el objetivo del encarcelamiento”, explicó la administración penitenciaria. También se examinó el comportamiento del detenido, su estado físico y mental y el riesgo de reincidencia.

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Un ídolo caído

El caso se remonta a hace diez años. En las primeras horas del Día de San Valentín, el 14 de febrero de 2013, Pistorius disparó con un rifle a través de la puerta del baño de su habitación.

La modelo Reeva Steenkamp, de 29 años, que había venido a pasar la noche a su casa en Pretoria, recibió cuatro disparos.

El seis veces campeón paralímpico, rico y famoso, había entrado en la leyenda del deporte un año antes compitiendo con los válidos en los 400 metros de los Juegos Olímpicos de Londres, algo inédito para un doble amputado.

“Blade Runner”, su apodo en referencia a sus prótesis de carbono en forma de patas felinas, fue arrestado a primera hora de la mañana. Según él se trata de un error y explicó que creía que un ladrón había logrado irrumpir en su residencia, bajo importantes medidas de seguridad.

Durante su juicio en primera instancia, transmitido en vivo por televisión durante ocho meses en 2014, Pistorius apareció llorando e incluso vomitó cuando leyeron el informe de la autopsia. Fue condenado a cinco años de prisión por homicidio involuntario.

Pero la fiscalía consideró la pena demasiado indulgente y apeló para exigir una condena por asesinato.

La saga judicial mantuvo en vilo a los medios de comunicación y el mundo se apasionó por el caso.

Durante el juicio de apelación, Pistorius compareció ante los jueces mostrando sus muñones. Un psicólogo de la defensa le describió entonces como un hombre “roto”. Fue condenado a seis años de prisión por asesinato.

Pero la fiscalía seguía considerando insuficiente la sentencia y en 2017 el Tribunal Supremo de Apelación le condenó a 13 años y 5 meses de prisión.

Abandonado por sus patrocinadores y arruinado, el ídolo ahora caído se vio obligado a vender su casa para pagar a sus abogados. (D)