El técnico de la selección brasileña de fútbol, Adenor Leonardo Bacchi, conocido como Tite, recibió ayer con “alivio” y “esperanza” la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, en Río de Janeiro.

“La ciencia y la medicina son fundamentales para nuestra vida y nuestro futuro. ¡Vacuna sí!”, señaló el seleccionador de la Canarinha en declaraciones a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

A Tite, de 59 años, le administraron el fármaco en su condición de profesional de educación física, según los criterios de prioridad establecidos por la Alcaldía de Río de Janeiro, una de las ciudades de Brasil más golpeadas por la pandemia del coronavirus.

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El preparador recibió la primera dosis desde un vehículo, en el puesto de vacunación montado en el Parque Olímpico de Río, en el barrio de Barra da Tijuca, zona oeste de la capital fluminense.

“Es un sentimiento que mezcla el alivio por recibir la primera dosis y estar más cerca de la inmunización, y la esperanza de que la vacunación llegue lo más rápido posible a todos y avance por todo el mundo”, afirmó Tite, a quien previsiblemente le aplicarán el segundo vial el próximo 3 de mayo.

Los trabajos de Tite al frente de la pentacampeona del mundo se han visto interrumpidos debido al agravamiento de la crisis sanitaria en Brasil, donde la COVID-19 ya deja más de 13 millones de contagios y 331.000 muertes.

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El país, segundo con más infectados y fallecidos por la enfermedad, después de Estados Unidos, vive actualmente el peor momento de la pandemia con su sistema público de salud al borde del colapso, unido a la falta de medicamentos esenciales para los pacientes graves en algunas regiones.

Además, la situación podría empeorar todavía más en las próximas semanas debido a la circulación de variantes del coronavirus asociadas a un mayor poder de infección, entre ellas una surgida en el estado de Amazonas, conocida como P.1. (D)

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