El regreso de Carlo Ancelotti al Real Madrid viene avalado por un puñado de grandes recuerdos para el madridismo en los dos años de su primera etapa, el fútbol brillante que desplegó su equipo, el récord de 22 triunfos consecutivos y la conquista de la décima Copa de Europa con la que, doce años después, el conjunto blanco volvía a reinar en el Viejo Continente.

Los grandes recuerdos de Ancelotti en el Real Madrid:

La puesta de largo con una promesa cumplida

El 26 de junio de 2013 fue el día de la presentación de Ancelotti y su trazo de las líneas maestras. Era la confirmación de un radical cambio de rumbo en el modelo de técnico, gestión y estilo de juego respecto al Real Madrid dirigido por el portugués José Mourinho. “El club más prestigioso del mundo tiene que ganar jugando un fútbol espectacular porque la historia y la tradición de este club es jugar ofensivo y espectacular”, aseguró Carlo, colocando la barrera de la exigencia en el punto más alto posible.

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La ansiada décima Copa de Europa

Ancelotti dejó inscrito su nombre en la historia del Real Madrid por dar al madridismo su tan deseada décima Copa de Europa, ante el Atlético de Madrid el 24 de mayo de 2014 en Lisboa, en una final repleta de sufrimiento y gozo tras el empate de Sergio Ramos en el minuto 93. Era el gran objetivo para el que fue contratado tras la recuperación del prestigio perdido en Europa en la maldición de octavos que atrapó al conjunto madridista seis años y el regreso a semifinales durante las tres campañas de José Mourinho como técnico.

Galopada de Bale en la Copa del Rey ante el Barcelona

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El 16 de abril de 2014 llegó el primer título de Ancelotti como técnico madridista, con sabor especial por conquistarlo ante el eterno enemigo, el Barcelona, en un duelo en Mestalla que desequilibró una carrera para la historia de 60 metros del galés Gareth Bale, sin poder ser frenado por Marc Bartra. Ancelotti plasmó el cambio de planteamientos ante el gran rival, de algunos defensivos en la época anterior a disputarle la posesión del balón con un fútbol vistoso y vertical.

Exhibición del Allianz Arena

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Fue el golpe en la mesa en Europa que avisaba de que el Real Madrid estaba de vuelta e iba lanzado a por el título. Ese 0-4 del 29 de marzo de 2014 al Bayern Munich fue más que un resultado, la venganza soñada contra Pep Guardiola, asestándole la derrota más dolorosa de su carrera como técnico, la exhibición de las virtudes de un equipo retocado con la mano de Ancelotti y su buen gusto por el fútbol.

El tocamiento de Di María

Fue el primer incendio que apagó con estilo Ancelotti. Ángel Di María se llevó un mano a sus genitales ante algún silbido cuando fue sustituido un 6 de enero de 2014, desafiando a la afición del Santiago Bernabéu. Lejos del castigo, el técnico italiano le puso a jugar al siguiente partido para que demostrase en el terreno de juego que merecía el perdón. Consiguió sacar de esta manera la mejor versión del jugador argentino, al que incluso cambió de posición en un movimiento clave para la conquista de sus dos primeros títulos. La ausencia de mano dura, tan criticada en sus meses finales, llevó al éxito.

La conquista del mundo en Marrakech

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El Real Madrid exhibió su poder en el Mundial de Clubes y se proclamó campeón el 20 de diciembre de 2014 para cerrar un año inolvidable. El mejor equipo del mundo del Siglo XX volvía a reinar sin encontrar rival que le hiciese sombra entre ninguno de los campeones del resto de continentes. Eran tiempos felices en los que incluso se llego a hablar de la renovación de Ancelotti.

El récord de victorias

Ese 2-0 ante San Lorenzo en la final del Mundial de Clubes dio al Real Madrid el récord de victorias consecutivas de un equipo español. Alcanzó 22 hasta que salió derrotado en el inicio de 2015 en Liga en Mestalla ante el Valencia y se adentró en una irregularidad que le acabó costando la ausencia de títulos grandes una temporada y la destitución del técnico italiano. (D)