Octubre será un mes decisivo para el FC Barcelona esta temporada y, posiblemente, importante en las carreras de Gerard Piqué y Jordi Alba, símbolos de una época que suman 1.041 partidos de azulgrana. Para el primero (608 veces con el Barça), que apenas ha jugado 135 minutos esta temporada, y en dos partidos aparentemente sencillos (Cádiz y Viktoria Plzen), será la prueba definitiva de la confianza que le tiene el técnico Xavi Hernández, que hasta el momento ha sido nula. Las lesiones de Araújo y Koundé le abren una puerta para, al menos, tener minutos en el próximo mes.
El Barça juega ante el Mallorca, dos veces contra el Inter, Real Madrid, Villarreal, Bayern Munich, Athletic Club y Valencia. Partidos de sobra para que sume minutos, aunque sea para proteger las piernas de Eric y Christensen.
Piqué es el quinto central de la plantilla actualmente. La puntilla para el de la Bonanova llegaría si Xavi fuese capaz de montar una defensa de tres centrales por la ausencia de laterales derechos específicos, y el técnico escogiese a Marcos Alonso de central izquierdo.
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Piqué no es demasiado optimista al respecto de sus minutos en el Barça esta temporada, pero, su obligación es luchar por revertir la situación. Pese a que ha habido algún rumor sobre un posible adiós en diciembre, no parece esa la hoja de ruta del central, que tiene contrato hasta junio de 2024, y que durante el verano estudió una bajada salarial que no se terminó de confirmar, al menos de manera oficial.
Jordi Alba, por su parte, vive en dos universos en este principio de temporada. En el mundo Barça, club con el que ha jugado 433 partidos desde que llegó en el verano de 2012, es ‘suplentísimo’. Apenas ha jugado dos partidos de titular (Valladolid y Viktoria Plzen) y suma sólo 216 minutos.
En la Selección, sin embargo, cuenta con la confianza de Luis Enrique. Jugó contra Suiza (1-2) y, en principio, ese mensaje del asturiano sobre la llamada a jugadores que están siendo menos habituales en sus clubes (“me fijo en lo que hacen aquí”) ha debido tranquilizarle. Sin embargo, más de un mes y medio sin continuidad antes del Mundial podría ser demasiado. Eso ha debido quedar en el círculo íntimo de seleccionador y jugador.
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Alba, no obstante, peleará por tener minutos pese a que su relación con Xavi, como la de Piqué, no pase por el mejor momento. El lateral insiste en que luchará por revertir la situación y jugar. También tiene claro que, de momento, su decisión es seguir en el Barça pese a que el club intentó colocarlo a última hora en el Inter de Milán en un movimiento que decepcionó al jugador.
Como Jordi Alba, el deseo de Piqué también es seguir pero el central es mucho más imprevisible y siempre ha mantenido que no quería retirarse siendo suplente un año entero en el Barça. Con él siempre puede haber sorpresas. (D)