Con un nuevo experimento táctico en la final de la UEFA Champions League perdida 1-0 el sábado ante el Chelsea, el entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, vivió una enorme decepción y reforzó su imagen de técnico genial pero en ocasiones demasiado cerebral.

Diez años después de su último título en la Champions, cuando dirigía al FC Barcelona, Guardiola era favorito para reconquistar el gran torneo europeo, pero la noche no siguió el guión previsto.

De entrada, Guardiola sorprendió a todos modificando el esquema táctico con el que tanto hizo sufrir al Paris Saint-Germain en semifinales (2-1, 2-0).

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Resultado: su equipo se vio superado por el Chelsea de Thomas Tuchel, que sí contó con un equipo habitual y decidió no hacer innovaciones de última hora.

“Pep Guardiola cruzó la estrecha frontera entre ser un genio y la locura, y decidió que una final de la Liga de Campeones era el momento adecuado para hacer uno de sus experimentos de profesor loco”, estimó este domingo el tabloide británico The Sun.

“El gran alquimista del Manchester City acabó creando solo una bomba fétida, con un City sin un centro del campo defensivo ni un delantero centro nato”, analizó.

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“Una nueva manera de perder”

Para The Guardian, Guardiola “inventó una nueva manera de perder para sondear nuevas profundidades de su frustración”.

“Guardiola no puede reducir su responsabilidad después de haber diseñado una táctica que se ha hundido. Sorprendentemente decidió no utilizar ni a Rodri ni a Fernandinho como volantes defensivos, dejando al City con un planteamiento de juego confuso”, diagnosticó la BBC.

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La prensa británica fue por lo tanto dura contra Guardiola, entre la incomprensión y la perplejidad por cómo el City dejó escapar una Champions que parecía reservada para ese club, que sigue sin ganar el título europeo.

En el gol del Chelsea, el planteamiento de Guardiola quedó al descubierto. Los espacios que se quedaron libres permitió el espacio para que el balón llegara a Kai Havertz (minuto 42), que no perdonó ante el brasileño Ederson.

“Podríamos haberlo hecho mejor en la primera parte. Pero era el Chelsea, es difícil hacerles ocasiones. Estoy triste, pero no tengo mucho de lo que culparme”, dijo Guardiola tras la final.

Como entrenador, Guardiola hizo campeón de Europa al Barça de Lionel Messi en 2009 y 2011, pero desde entonces la ‘Orejona’ le es esquiva. No la ganó ni con el Bayern Munich (2013-2016) ni con el Manchester City (desde 2016), pese a los enormes recursos económicos puestos a su disposición.

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En 2020, en cuartos de final ante el Lyon, Guardiola se atrevió a otro experimento, con una defensa a tres. La experiencia no fue exitosa y el Lyon se impuso 3-1 en aquel duelo en Lisboa.

Esta temporada, el técnico comenzó con dudas, pero desde diciembre pareció encontrar la fórmula. El City ganó esta temporada la Premier League y la Copa de la Liga inglesa.

Su contrato actual con el City dura hasta 2023, por lo que teóricamente tendría hasta entonces dos oportunidades más para tratar de hacer al club campeón de Europa, la gran obsesión de los propietarios emiratíes desde su llegada en 2008. (D)