En su época como futbolista, Faustino Asprilla era un delantero contundente, atropellaba a cualquier rival que se le venía encima y su único objetivo era el gol.
Asprilla formó parte de le época dorada de la selección colombiana, con la que jugó los mundiales de Estados Unidos 1994 y Francia 1998, y además obtuvo el tercer puesto en la Copa América Ecuador 1993.
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El ahora retirado deportista, con 53 años, reconoce que no fue disciplinado en su vida como deportista y recordó su paso por el Parma de Italia, donde estuvo desde 1992 hasta 1999.
“No tenía cabeza. No me gustaba entrenar; me costaba entender lo que me pedían los entrenadores. Estaba acostumbrado a jugar con libertad, y en cambio aquí hay que ser fiel a la táctica: pobre de ti si te equivocas”, señaló.
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“Y luego no llevaba la vida de un atleta perfecto: me acostaba tarde y casi nunca solo, me despertaba muy tarde, me gustaba ir a discotecas y fiestas. En fin, en todo este lío que era mi vida, el fútbol no estaba en primer lugar. Este era mi límite. Pero me divertí mucho y creo que entretuve a mucha gente”, añadió el Tino en conversación con La Gazzetta dello Sport.
Con respecto al fútbol actual, Asprilla dijo “fastidiarse” por el “protagonismo” que buscan los entrenadores.
“Lo miro, pero no me divierte. Todo pases laterales, poco regate. Y luego esos entrenadores que parecen alborotadores frente a los banquillos y les gritan a los jugadores lo que tienen que hacer. Me fastidia mucho el protagonismo de los entrenadores; parece que han inventado el fútbol, y a lo mejor ni saben taponar un balón”, dijo.
“¿Te das cuenta de que hoy en día, para conseguir una toma en la televisión, hay asistentes que les muestran a los jugadores que tienen que entrar al campo cómo tienen que moverse, qué tienen que hacer, a quién tienen que marcar? ¿Estamos locos? ¿Crees que los jugadores no saben qué hacer? Déjalos libres, déjalos que se diviertan, y verás que todos nos divertiremos mucho más”, concluyó el exdelantero. (D)