Electrodos que estimulan áreas del cerebro. Realidad virtual para que un futbolista emule, una y otra vez, situaciones en cancha. Juegos de rapidez mental. La neurociencia aplicada al deporte es una de las cartas en la manga del Palmeiras de Abel Ferreira.
Clasificado a los octavos de final del Mundial de Clubes, fase en la que enfrentará el sábado a Botafogo en un pulso de equipos brasileños, el Verdão ha sido uno de los equipos más exitosos de los últimos años en Sudamérica al ganar la Copa Libertadores en 2020 y 2021 y la Recopa Sudamericana en 2022 con el entrenador portugués.
Usar técnicas vinculadas con la neurociencia durante la recuperación de los jugadores postpartido “ayuda a mejorar la capacidad de toma de decisiones, el enfoque y las respuestas en el campo de los atletas”, explica Daniel Gonçalves, coordinador de rendimiento del club de Sao Paulo.
Publicidad
“Potencia”, agrega Gonçalves, “la recuperación en los entrenamientos regenerativos”.
El Palmeiras hizo una inversión de unos cinco millones de reales (unos 900.000 dólares) en tecnología. La rutina puede complementarse con sesiones de acupuntura, pilates y otras opciones a elección del jugador.
En el contexto de Sudamérica, River Plate fue uno de los clubes pioneros en la aplicación de neurociencia en el fútbol, con el trabajo de la especialista Sandra Rossi de la mano del técnico Marcelo Gallardo.
Publicidad
Figuras como Julián Álvarez, campeón mundial con la selección de Argentina en Catar 2022, pasaron por sus manos.
La premisa: la neurociencia permite saber qué ocurre en el cerebro de un futbolista en momentos de alta presión, monitorear el impacto de su estado emocional en su juego y, a la vez, entrenar circunstancias de partido en las que debe tomar decisiones en centésimas de segundo.
Publicidad
“Me ha ayudado”
Unos días antes del viaje del plantel del Palmeiras a Estados Unidos para competir en el Mundial de Clubes, una de sus promesas, Thalys, se ponía unos lentes de realidad virtual y tomaba un pequeño control entre sus manos, de pie sobre una alfombra sensible a sus movimientos.
Empezaba entonces la simulación en perspectiva de primera persona: una enorme pantalla frente al delantero de 20 años permitía observar lo mismo que él veía, un panorama similar al de un videojuego.
Él giraba, perfilándose, inmerso en la representación.
“¡Excelente pase!”, se leía en la pantalla, en inglés, tras una buena jugada.
Publicidad
Desde el primer día, jóvenes como Thalys han sido muy receptivos con la iniciativa puesta en marcha hace unos tres años, a petición de Abel Ferreira.
“Me ha ayudado” a “tomar mejores decisiones en la cancha”, cuenta el jugador en una pausa.
Rapidez mental
Gigantes de Europa como el Liverpool aplican la neurociencia. Se hizo habitual, por ejemplo, ver a los jugadores del club inglés entrenar con artefactos que monitoreaban su actividad cerebral durante el ciclo de Jürgen Klopp (2015-2024).
Leves corrientes eléctricas, que producen un hormigueo, empiezan a correr para estimular áreas del cerebro y, paulatinamente, llega una sensación de relajación. (D)