Ronaldinho siempre será considerado como una de las sonrisas del fútbol y uno de los mejores jugadores de la historia. En su palmarés figuran prácticamente todos los títulos imaginables, desde el Mundial, la Copa América y la Champions hasta la Libertadores, la medalla olímpica o el Balón de Oro. Pero lo que muchos destacan y envidian es que siempre se le veía disfrutar sobre el césped, como si el fútbol fuera continuamente una fiesta.

Y es que precisamente las fiestas eran algo que Ronaldinho, y no es ningún secreto, saboreaba como nadie, aunque hasta ahora solo aquellos privilegiados que asistieron alguna podían conocer los detalles, publica diario AS de España.

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Uno de ellos fue Patricio Rubio, actual delantero del Ñublense y el mismo que compartió vestuario con Ronaldinho en el Querétaro de México. A sus 33 años, el futbolista ha hablado para el podcast Pelotazo al vacío y ha recordado con nostalgia cómo fue su etapa junto al crack y cómo eran las multitudinarias fiestas que organizaba en su casa siempre que tenía ocasión.

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“Era una locura, su casa, no sabes lo que era. Llegabas a la casa y los amigos tocando por todos lados, los meseros sirviéndote tragos... Increíble”, explicó.

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Incapaz de contener la risa mientras los recuerdos se abrían paso en su memoria, Rubio continuó asegurando que todo era gratis y que la seguridad era uno de los aspectos que más cuidaba el exjugador del Barcelona: “Siempre de invitado, todo gratis, alfombras rojas, guardias, seguridad por todos lados, mujeres... Pero me portaba bien yo. Era el peor momento para estar pololeando”, aseguró.

Los brasileños “disfrutan de otra manera”

El futbolista también valoró la forma de entender la vida que tienen los futbolistas brasileños, que en su mayoría disfrutan de las fiestas tanto o más que en un campo de fútbol. “Es otra vida. Lo viven de otra manera, disfrutan de otra manera. Aparte es Ronaldinho... ¿Qué le vas a decir?”, sentenció. (D)