Brasil es uno de los países del mundo más castigados por la pandemia del coronavirus. Con 212 millones de habitantes, totaliza 462.000 muertes por COVID-19, el segundo peor balance mundial, en tanto que ocupa el tercer lugar del ranking de casos con más de 16 millones de contagios. En los últimos siete días el gigante sudamericano reportó una media de cerca de 62.000 contagios y 2.000 muertes asociadas al coronavirus y una curva de infectados que creció.
A pesar de las cifras, en los últimos meses Brasil ha visto numerosas concentraciones y manifestaciones a favor y en contra del Gobierno. Además, muchas de las restricciones no son respetadas en las calles de las grandes ciudades.
Publicidad
Pese a esos graves antecedentes sanitarios la Conmebol confirmó este lunes que la Copa América 2021 se disputará en Brasil, a un año de la postergación inicial por la pandemia y tras idas y vueltas que terminaron con el retiro de la sede a Colombia y Argentina. Según un festivo mensaje publicado en el Twitter oficial de la entidad organizadora, en el que se anunció la sede, “el torneo de selecciones más antiguo del mundo hará vibrar a todo el continente”.
El presidente Jair Bolsonaro apoyó la iniciativa de Conmebol de inmediato, con el aval de los ministerios de la Casa Civil, de Salud, de Relaciones Exteriores y de la Secretaría Nacional de Deportes.
Publicidad
‘Es una imprudencia’
Pero, “¿tiene sentido jugar la Copa América en medio de la pandemia?”, se preguntaba ayer la agencia alemana Deutsche Welle. En la nota se recoge la opinión de Santiago Lucía, periodista de Radio Nacional de Buenos Aires. “Es una imprudencia la realización de la Copa América. No solo por los riesgos a los que se exponen los protagonistas, sino por el mensaje: que el fútbol siga andando mientras la curva de contagios alcanza cifras récords y las restricciones se profundizan no está bien”, dice Lucía.
Agrega que la intención de la Conmebol es “sostener un negocio gigantesco. El fútbol no es una actividad urgente ni esencial, al margen de la pasión, muchas veces desmedida, que genera en los pueblos de Sudamérica”.
El rotativo Clarín, de Buenos Aires, recuerda este lunes que “Brasil es también el país donde surgió la contagiosa cepa de Manaos y otras variantes que aparecieron en los últimos meses. De hecho, hace solo una semana científicos de ese país anunciaron la existencia de una nueva variante identificada ya en 21 municipios de Sao Paulo, uno de los estados del país más afectados por la pandemia”.
Hace diez días, en una noticia titulada ‘El fútbol y la muerte’, el periodista Enric González cuestionaba en diario El País, de España, “¿de verdad no puede detenerse el negocio futbolístico? ¿Cierran escuelas y empresas, pero sigue rodando la pelotita?”.
Para Alejandro Wall, periodista del diario Tiempo Argentino, “la Conmebol ha decidido que se juegue fútbol cueste lo que cueste. Se jugó en Colombia mientras había represión en las calles, y se juega en medio de una pandemia en una región que atraviesa una situación de crisis sanitaria muy fuerte… la realidad que se observa es que a la Conmebol no le importa la crisis sanitaria y busca realizar como sea la Copa América 2021”.
Luis Suárez, sorprendido
Varios jugadores también se pronunciaron contra la realización del evento en medio de la pandemia. “Me llama la atención que se juegue la Copa América con la situación que se vive”, dijo el uruguayo Luis Suárez al llegar el fin de semana a Montevideo para sumarse a la Celeste.
Argentina desistió de ser sede por razones que ni Brasil ni la Conmebol parecen tener en cuenta. Santiago Cafiero, jefe de gabinete del presidente Alberto Fernández, explicó ayer: “Con tantos casos nosotros no podíamos llevar adelante una organización de estas características”. El país albiceleste registra casi 3,8 millones de infecciones con más de 77.000 fallecimientos, y en las últimas semanas anotó entre 21.000 y 40.000 casos diarios.
Pernambuco dice ‘No’
Mientras, según informa el diario Marca, de España, “Solo horas bastaron para que la Copa América recibiera su primer ‘No’ en Brasil. Ante el anuncio por parte de la Conmebol de realizar todo el certamen en dicho país, el Gobierno de Pernambuco se posicionó contra el ente rector del fútbol sudamericano y vetó cualquier partido en sus estadios. Y así lo hizo saber el medio brasileño Globoesporte, quien afirmó que el mandatario Paulo Câmara se opuso rotundamente a dicho evento en ese lugar. “Según el gobernador, las cifras de la pandemia hacen inviable la propuesta”.
Clarín destaca que en Brasil, “luego de los aislamientos severos de marzo y principios de abril, la mayoría de los gobernadores y alcaldes comenzaron a flexibilizar las normas ante la presión de grupos de interés y, fundamentalmente, del presidente Jair Bolsonaro. “Siempre están esos idiotas que piden que la gente se quede en su casa” debido al COVID-19, enfatizó el mandatario hace algunos días. (D)