Jinior Andrés Ayoví (17 años) es parte del grupo de becarios de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, que lo conforman jugadores del Búhos ULVR, equipo que compite en la Liga Pro Serie B. Eligió la carrera de Administración de Empresas porque -narra- cuando era infante le ilusionaba la idea de convertirse en gerente de una empresa. El delantero, de la categoría sub-19, es consciente de que la profesión del futbolista puede durar hasta la edad de 35 años, si las lesiones lo permiten.
Su madre le inculcó desde que era un niño que los estudios son muy importantes y le advirtió que “la carrera de un futbolista no dura para toda la vida”. Consejo que ha puesto en práctica Jinior, cumpliendo con el programa del primer semestre, sin deslindarse del fútbol, pues tiene un contrato laboral con el club hasta diciembre de 2025.
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Vive en Mucho Lote 2 (norte de Guayaquil). Su rutina, de martes a jueves, empieza a las 06:00. Se levanta de la cama a prepararse el desayuno. Se acicala y a las 07:30 sale de casa para tomar el autobús que lo traslada hasta Mucho Lote 1, adonde tiene que llegar antes de las 08:30 para entrenar con el plantel juvenil de los Búhos con el técnico Xavier Torres.
De regreso a casa a las 12:00, come el almuerzo y luego toma una siesta. Como la jornada vespertina comprende de sesiones en el gimnasio, lo que le queda de tiempo lo administra en aseo personal, guardar los cuadernos en la maleta, y si le sobra tiempo avanza con las tareas.
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De ahí se va a la universidad, localizada en la avenida de las Américas, y la entrada a la clase es a las 18:30. La jornada de estudios finaliza a las 20:30 y toma rumbo de regreso a casa. Si le sobrase tiempo -confiesa- avanza con los pendientes y distintas ocasiones termina las tareas. La hora tope para volver a la cama son las 23:00.
Jinior confiesa que no es fácil ser futbolista y paralelamente estudiante de universidad. “Al principio sí se me dificultó un poco, pero ahora como estoy entrenando también con la sub-19 se me ha facilitado un poco. Por eso creo que en algún momento me va a tocar decidir si me detengo en los estudios o tomar estudios en línea, porque mi prioridad sería el fútbol”.
Explica que ser jugador del primer equipo y estudiante universitario a la vez es más complicado porque generalmente el club Búhos ULVR tiene partidos de Liga Pro los miércoles, días en los que justamente tiene clases presenciales en la universidad. “Una clase que uno pierda es como desviarse de la continuidad y hay ejercicios que hacen que nuestra presencia sea obligatoria para entender”, señala.
No obstante, señala que los docentes y los directores de carrera son compresibles con los estudiantes cuando les toca día partido fuera de la ciudad. “Ha habido mucha ayuda por parte de ellos, aunque ellos también nos dicen que tenemos que ser responsables y no nos pueden hacer las cosas fáciles a nosotros. No se trata de que uno solo vaya por asistencia y ya pase de semestre porque así no va a aprender nada”, subraya.
Este grupo de becarios lo completan John Bajaña (Administración de Empresas), Ronny Gonzabay (Comercio Exterior), Kevin Merchán (Administración de Empresas), Jerry Galarza (Administración de Empresas), José Díaz (Comercio Exterior), Adrián Muñoz (Comercio Exterior), Bryan Martínez (Comercio Exterior) y Henry Puga (Comercio Exterior).
Jinior, Henry y Bryan han sido convocados para partidos con el equipo principal de los Búhos ULVR, bajo la dirección de Federico Hernández. Tanto los jugadores del primer plantel como los juveniles tienen la oportunidad de estudiar, y los que aún no han terminado la etapa colegial tiene la posibilidad de hacerlo en la Unidad Educativa Miraflores.
De la cantera de Guayaquil City
Al Búhos ULVR llegó desde el Guayaquil City, con el que fue campeón nacional de la categoría sub-12. Según los registros de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Jinior Ayoví se unió al club ciudadano el año 2017 y esa temporada convirtió 18 goles en 29 partidos.
Su mayor producción con el City fueron 25 anotaciones en 39 actuaciones jugando con la sub-14 el año 2019.
Los Búhos ULVR se fijan en su talento el mismo 2019 cuando apenas era un niño de 14 años. Ya era delantero. “Fui a hacer una pretemporada con ellos cuando el primer equipo estaba para disputar el Ascenso. Ahí, el profesor Nelson Tapia me dijo que le gustaba mi manera de jugar y que me iba a hacer debutar en el Ascenso, con 14 años. Pero cuando ya regresamos de la temporada comenzó la pandemia del COVID-19 él me dijo que no asistiera a los entrenamientos porque era peligroso y se podría que yo aún era un niño”, narra.
Se lesionó de la rodilla y lo intervienen quirúrgicamente en diciembre de 2020, por lo que tuvo que parar hasta cinco meses. Tras la rehabilitación, se incorporó a la sub-16 de los Búhos ULVR. La campaña siguiente con la sub-17 llegaron hasta las semifinales del torneo nacional. Y este 2023 lo convocaron al primer equipo para ir de nuevo a trabajar en la pretemporada, y desde entonces el director técnico Federico Hernández lo tiene en su radar.
“Yo sinceramente no sabía quién era Nelson Tapia, porque no tenía mucho conocimiento. Ya después llegué a mi casa. Me puse a investigar los nombres de cada uno de los entrenadores que estaban en ese entonces, y ahí yo reacciono: ‘¡Wow!’ que Nelson Tapia me diga eso significa que estoy haciendo las cosas bien, que tengo que aprovechar la oportunidad que la vida me está dando...”, revela.
“Nelson me decía que me siga preparando, que me concentrara, que de esto puedo vivir, y que siga enfocado. Son palabras que se me quedaron y me ayudar a seguirme superando”, dice.
Jinior tiene como futbolista modelo al portugués Cristiano Ronaldo y su otro jugador favorito es el brasileño Ronaldinho Gaúcho. En cuanto a los estudios universitarios, Economía es la materia que más disfruta de la carrera de Administración de Empresas.
(D)