Franck Ribéry, con su habitual número siete en la espalda y lágrimas en los ojos, dijo adiós este sábado a los aficionados de la Salernitana, un día después de la oficialización del final de la carrera del jugador, a la edad de 39 años.
La exestrella de la selección francesa y del Bayern Múnich estuvo obligado a colgar los botines debido a dolores recurrentes en una rodilla.


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Franck Ribéry, con su habitual número siete en la espalda y lágrimas en los ojos, dijo adiós este sábado a los aficionados de la Salernitana, un día después de la oficialización del final de la carrera del jugador, a la edad de 39 años.
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