Pep Guardiola no pudo sacar a Harry Kane el verano pasado del Tottenham Hotspur. El Manchester City hizo dos ofertas, una de 100 millones de libras ($ 123 millones) y otra de 150 ($ 215 millones), pero fue incapaz de convencer a Daniel Levy, presidente del club londinense, de que se lo vendiera. Con la cercana compra de Erling Haaland, Guardiola completa el puzle con la pieza que le faltaba.