Corría el año 2004 y Lionel Messi era por aquel entonces un juvenil que ya apuntaba maneras de crack mundial. Razón por la cual la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), con tal de alejar definitivamente los posibles cantos de sirena procedentes de España para que Messi vistiera la roja, convocó al futbolista para un choque con las sub-20.