Nuevo título para el Manchester City, que tras alzar la Premier League se impuso 2-1 al Manchester United para quedarse con la corona de la FA Cup, en final disputada este sábado en el Wembley stadium.

Inicio de juego soñado para el City, que en solo 12 segundos de juego ya se puso arribo en el marcador. Ilkay Gündogan tomó un rebote en el borde del área y la clavó en el ángulo para dejar sin reacción al golero de David De Gea para el 1-0 ciudadano, en el gol más rápido en la historia del torneo.

El United sintió el golpe, pero no pudo reaccionar ante la presión ejercida por los de Josep Guardiola, que fueron en busca del segundo y que estuvieron cerca a conseguirlo, con dos acciones claras de gol hasta los siete minutos.

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Pasado el cuarto de hora el United consiguió pasar con firmeza a campo contrario, y aunque el City llegó con claridad, fue más el empuje de los Diablos Rojos lo que los llevó al empate.

Aaron Wan-Bissaka pisó el área y en busca de centro impactó el balón en la mano de Jack Grealish, jugada revisada por el VAR con penal para el United, que ejecutado por Bruno Fernandes puso el marcador 1-1 al minuto 32.

Los ciudadanos retomaron el control del juego y obligaron a replegarse al United, que cortó líneas de pase y complicó al campeón de la Premier League, que fue resignado con el 1-1 al camerino.

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De vuelta, la orden de Josep Guardiola fue meter intensidad al juego y con ese ímpetu el City volvió a rondar el área de De Gea y al minuto 51 se pudo nuevamente en ventaja.

Gündogan volvió a hacerse presente en el marcador con una volea para anotar su doblete y el 2-1 de los ciudadanos.

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El United siguió su libreto, trabajó desde su campo y buscó volvió a animarse en ofensiva y tuvo aproximaciones con Fernandes, Alejandro Garnacho y Casemiro, que estuvieron cerca de la igualdad.

Pero lejos estuvo el City de ceder y llegó con Bernardo Silva, que puso un balón cruzado en el área sin encontrar un receptor, con Manuel Akanji arrojándose al piso (80 minutos), pero sin cerrar la jugada.

Siguió la presión ciudadana. Guardiola no quiso sorpresas y mando al equipo adelante ante la falta de presencia ofensiva del United, que esperó en su campo en busca de una sorpresa que estuvo al caer en los descuentos.

Raphael Varane cabeceó y el balón fue al horizontal, el rebote tomó Scott McTominay, pero la reacción del golero Stefan Ortega evitó el empate (90+2 minutos) y dejó con vida al City para ir por el triplete, ya instalado en la final de la Champions League. (D)

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